Un estudio de la Universidad de Granada asegura que las mujeres consumen más psicofármacos, en parte, por el estereotipo de una imagen de la mujer como persona más débil, pasiva y dependiente. Nuria Romo, doctora y miembro del estudio, asegura que a las mujeres en el ámbito médico se las ve más necesitadas de medicación.
La investigación, que se ha llevado a cabo en Andalucía, Madrid y País Vasco, se ha centrado en las experiencias de mujeres a las que se habían prescrito psicofármacos (antidepresivos, tranquilizantes o somníferos) y en los profesionales que habían realizado las recetas.
El resultado apunta a que ante situaciones inespecíficas expresadas por las mujeres (donde no existe una patología clara), los facultativos tienden a prescribir psicofármacos. Los conflictos familiares, el estrés laboral, un examen importante o la pérdida de confianza en sí mismas son algunas de las causas que las mujeres relacionan con el malestar y con la utilización de psicofármacos.
A las mujeres se les diagnostica ansiedad tres veces más que a los varones, según Romo. Concretamente en España un millón y medio de personas consume somníferos o tranquilizantes habitualmente y de éstos tres de cada cuatro son mujeres.
Asimismo, el equipo de investigación granadino ha demostrado que el 70% de la población femenina española ha tomado alguna vez este tipo de medicamentos, que en muchos casos requieren receta médica. Estos datos, sin embargo, no responden tanto a condicionantes fisiológicos como a esquemas culturales que determinan ciertos comportamientos según el género, y estos prejuicios afectan tanto a la Sanidad como a las propias mujeres, según Romo.