Los prehipertensos, una nueva categoría de pacientes

Con este término se denomina a las personas que están en la antesala de la hipertensión arterial
Por EROSKI Consumer 17 de mayo de 2003

La cifra 14/9 es difícil de olvidar para aquellas personas que tienen o han tenido problemas para controlar su tensión arterial, ya que saben que superar ese límite o mantenerlo de forma continuada supone una grave amenaza para su salud. Pero a partir de ahora se deberá memorizar una nueva cifra si se quiere estar fuera de los parámetros de riesgo.

El Instituto Nacional de Enfermedades del Corazón, los Pulmones y la Sangre de EE.UU. acaba de publicar unas nuevas guías de práctica clínica para mejorar el tratamiento y la prevención de la presión arterial, una amenaza silenciosa que hace mella en las arterias y diana en órganos como el corazón, el cerebro o los riñones.

Las nuevas guías han reducido aún más los niveles de presión que se consideraban normales o sólo un poco altos. Millones de personas que hasta ahora tenían una tensión adecuada han pasado con esta última revisión a ser considerados pacientes prehipertensos. Con este término se ha bautizado la nueva categoría que se considera la antesala de la hipertensión arterial. En ella se agruparán todos aquellos que tengan entre 12 y 13 de sistólica -de alta- y 8 ó 9 de diastólica -de baja-. Se trata de la primera vez que los especialistas alertan sobre el peligro de mantener un valor aparentemente normal, por ser un precursor de la enfermedad.

El instituto norteamericano advierte a los médicos de que los prehipertensos deben considerarse pacientes de riesgo. Sin embargo, apunta que no necesitan medicación para bajar su tensión. El consejo de este centro es que sus médicos les animen «con urgencia» a perder el exceso de peso, a hacer más ejercicio, a dejar de fumar, a cortar el consumo de sal, a tomar no más de una o dos bebidas alcohólicas al día y a comer más frutas y verduras frescas.

Las nuevas recomendaciones están avaladas por un panel de expertos que han aportado estudios en los que se demuestra que el daño arterial y el mayor riesgo de enfermedad cardiovascular puede empezar con niveles de tensión arterial que antes se consideraban normales. En las investigaciones se ha comprobado cómo el riesgo de enfermedad cardiaca y cerebrovascular comienza con niveles tan bajos como 11/7 y se duplica por cada incremento de 2/1 milímetros de mercurio.

Además, las nuevas guías conminan también a médicos y pacientes a tomarse más en serio la hipertensión arterial. Los científicos piden a los facultativos que receten diuréticos a la mayoría de sus pacientes para mejorar su tratamiento. Y advierten de la necesidad de controlarla, aunque nunca se haya tenido problemas de tensión.

La razón es que la tensión arterial tiende a elevarse con la edad y los nuevos estudios aseguran que personas de 55 años con lecturas normales tienen el 90% de probabilidades de desarrollar de forma eventual hipertensión. Los nuevos protocolos de actuación consideran 12/8 una presión normal y 14/9 como alta. El último informe del instituto, de 1997, etiquetaba como normal niveles de 13/8.

En Estados Unidos, uno de cada cuatro adultos tiene hipertensión y sólo un tercio está bajo control. En España, siete millones y medio de personas son hipertensos, y la mitad ya tiene su corazón afectado por este trastorno.

Las consecuencias de la hipertensión son múltiples. Favorece la arterioesclerosis, que dificulta la circulación, lo que impide que la sangre llegue correctamente a los tejidos y se desencadenen los daños en el corazón, el cerebro, el riñón y las propias arterias.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube