Médicos del Hospital Clínico San Carlos de Madrid están elaborando mapas con el registro eléctrico y magnético de la actividad cerebral, que sirven para ver cómo «piensa y trabaja» el cerebro y con los cuales se pueden diagnosticar y tratar enfermedades neurológicas.
Esta técnica, denominada magnetoencefalografía (MEG), equivale a un electroencefalograma tradicional (EEG), pero realiza de forma simultánea una resonancia magnética, de manera que se obtienen a la vez una imagen física y otra funcional del cerebro y se puede observar cómo trabaja, explicaron fuentes médicas.
La MEG se realiza con un aparato sofisticado del que únicamente existe uno en España -ubicado en la Universidad Complutense de Madrid-, con el que el Hospital Clínico está desarrollando varios proyectos de investigación en las áreas de geriatría, neurología y neurocirugía. Las enfermedades más comunes que se están estudiando en diferentes servicios del San Carlos mediante esta técnica son el Alzheimer, la epilepsia y los tumores cerebrales.
La magnetoencefalografía registra los campos magnéticos que produce la actividad del cerebro de manera mucho más precisa que la EEG y, además, en vez de un trazado lineal consigue una imagen de actividad en cortes transversales del cerebro, con lo que se logra un mapa de la actividad cerebral en zonas concretas. Así se puede determinar la secuencia en el tiempo de actividad (o su ausencia) en las diferentes zonas del cerebro.
La actividad se desencadena al realizar el paciente diversas actividades intelectuales complejas, como memorización, ejercicios de inteligencia. En el caso de la enfermedad de Alzheimer, la MEG puede detectar casos precoces, así como mostrar la evolución y respuesta a la terapia, abriendo posibilidades de un mejor diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad.
