La anestesia epidural, que se suele administrar a las parturientas, no está asociada a los dolores de espalda que la mujer pueda sufrir a largo plazo, según un estudio publicado ayer por la revista médica «British Medical Journal».
La investigación, que aborda por primera vez una de las cuestiones que más preocupa a las futuras madres, se llevó a cabo en un total de 206 embarazadas, 151 de las cuales iba a recibir una inyección de epidural durante el parto y otras 155 que iban a optar por otro tipo de anestesia.
Después de los alumbramientos, un equipo de fisioterapeutas y médicos examinaron a las mujeres que se quejaron de dolores en la zona lumbar y de incapacidad para realizar ciertos movimientos.
Los expertos no pudieron establecer diferencias importantes en cuanto a síntomas o dolencias entre ambos grupos de madres y, por lo tanto, concluyeron: «El hecho de recibir la epidural u otro tipo de anestesia en el parto no incide de manera diferente en los dolores en la espalda o la falta de movilidad que las mujeres puedan sentir a largo plazo».