El Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud ultima la normativa que regulará el funcionamiento de los establecimientos no sanitarios en los que se realizan tatuajes o «piercing», en los que será obligatorio el uso de guantes de tipo quirúrgico y de agujas y cuchillas desechables.
Las infracciones a esta normativa serán tipificadas como faltas leves, graves o muy graves, con lo que, según la Ley General de Sanidad, serán sancionadas con multas que irán desde 500.000 pesetas hasta cien millones de pesetas.
El acuerdo del mencionado Consejo, que está a la espera de que las Comunidades Autónomas hagan sus últimas sugerencias, supone dar cumplimiento al mandato del pleno del Senado y de la Comisión de Sanidad del Congreso, que pidieron una regulación para los establecimientos en los que se realizan tatuajes y «piercing», dada la proliferación de estas prácticas.
En muchos casos, estos establecimientos están regulados por disposiciones autonómicas, pero el Consejo Interterritorial ha acordado establecer unos requisitos técnicos comunes que garanticen una protección sanitaria equivalente en todo el territorio nacional.
En primer lugar, se exigirá que el tamaño y el emplazamiento de los locales faciliten su limpieza y dispongan de espacio, iluminación y ventilación suficiente.
Los utensilios y materiales que atraviesen o penetren la piel u otros tejidos -agujas, electrodos, cuchillas, jeringuillas o tintas-, según el proyecto, deberán ser siempre desechables y siempre se utilizarán guantes para manipular estos objetos.
También serán de un solo uso los utensilios de rasurado y afeitado, con lo que no se podrán usar navajas tradicionales, y todos los objetos que entren en contacto con la piel, el vello o el cuero cabelludo deberán ser esterilizados o desinfectados según unas normas expresas.
Además, estos objetos cortantes o punzantes que se desechen se tendrán que guardar en recipientes resistentes no perforables y debidamente acreditados por las Comunidades Autónomas.
