Los resultados de un estudio en el que han participado más de 10.000 funcionarios en Londres (Reino Unido) sugieren que trabajar más de tres horas extras al día es perjudicial para el corazón. La investigación, publicada en la «Revista Europea del Corazón», ha determinado que las personas que trabajaban más de tres horas por encima de la jornada diaria normal de siete horas tenían un 60% más de riesgo de sufrir problemas relacionados con el corazón, como la muerte por enfermedad cardiaca, ataques al corazón y angina de pecho, comparado con quienes cumplen su horario.
La relación entre trabajar muchas horas y la enfermedad coronaria es independiente de otros factores, aseguró la doctora Marianna Virtanen, que colabora con el Instituto Finlandés de Salud y con la Universidad de Londres. «Nuestros resultados sugieren que existe un vínculo entre las largas jornadas laborales y un incremento del riesgo de padecer una enfermedad cardiaca, pero se necesita investigar más antes de que podamos determinar con total seguridad que las horas extraordinarias son causa directa de los males del corazón», señaló.
El estudio Whitehall II comenzó en 1985 y reclutó a 10.308 trabajadores de entre 35 y 55 años de 20 departamentos de servicio civil con sede en Londres. Los datos se han recogido a intervalos regulares y en la tercera fase, entre 1991-1994, se introdujo una pregunta sobre las horas de trabajo. Este análisis actual tiene en cuenta los resultados de 6.014 personas (4262 hombres y 1752 mujeres), con edades entre 39 y 61 años, que fueron seguidos hasta 2002-2004, que es la fase más reciente del estudio clínico.
Durante la media de 11,2 años de seguimiento, la doctora Virtanen y sus colegas en Finlandia, Londres y Francia hallaron 369 casos fatales de enfermedad coronaria, infarto de miocardio no fatales o angina de pecho. Tras ajustar factores sociodemográficos como la edad, el sexo, el estado civil y el grado de trabajo, descubrieron que trabajar de tres a cuatro horas extraordinarias se asociaba con una tasa un 60% mayor de enfermedad coronaria en comparación con aquellos que realizaron la jornada normal.
«Una explicación plausible para el aumento del riesgo podría ser que el estilo de vida adverso o los cambios en los factores de riesgo son más comunes entre quienes trabajan en exceso», advirtió la doctora Virtanen. Otra posibilidad es que la experiencia de estrés crónico (a menudo asociada con las largas jornadas laborales) afecta de manera negativa a los procesos metabólicos.
A pesar de las advertencias de los autores acerca de las limitaciones del estudio, los resultados «refuerzan la noción de que el estrés laboral atribuible a las horas extraordinarias se asocia, al parecer de manera independiente, con un mayor riesgo de enfermedad del corazón», afirmó Gordon McInnes, catedrático de Farmacología Clínica de la Universidad de Glasgow (Reino Unido). «Si el efecto es verdaderamente causal, la importancia es mucho mayor. El estrés inducido por las horas extraordinarias de trabajo podría contribuir a una parte importante de las enfermedades cardiovasculares», aseguró.