Cada vez son más las personas que acuden a las consultas de cirugía vascular de los hospitales públicos para pedir ser operadas de varices por razones exclusivamente estéticas. «Un 40% de los afectados que acuden al especialista preocupados por el aspecto de sus venas varicosas no necesitan ser intervenidos; al menos, por motivos de salud», señalaron ayer expertos durante la presentación en Bilbao de un macroestudio realizado en 18 hospitales sobre la incidencia de la insuficiencia venosa crónica o, más comúnmente, varices.
Este trabajo concluye que una de cada tres personas mayores de 45 años sufre esta afección, una patología que en sus fases más avanzadas nunca llega a generar la muerte, pero sí tiene graves consecuencias para la salud. Pueden aparecer complicaciones cutáneas, úlceras, flebitis, o trombosis, entre otros problemas.
«Las varices constituyen el precio que ha tenido que pagar el ser humano por ponerse de pie en lugar de seguir caminando a cuatro patas», señaló Ángel Barba, jefe de servicio de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital vizcaíno de Galdakao. El ejercicio físico favorece el normal retorno al corazón de la sangre que circula por las piernas, pero la vida sedentaria favorece la dilatación de los vasos y el estancamiento del torrente sanguíneo.
Asunto de mujeres
El actual ritmo de vida es determinante en la aparición de este problema. Permanecer durante largo tiempo sentado o tener que estar constantemente de pie en la barra de un bar son factores que impiden que la sangre se desplace con normalidad por las piernas. Por eso, las varices han sido tradicionalmente un asunto de mujeres pero, en la actualidad, se ve con mayor frecuencia entre los hombres.
«La insuficiencia venosa crónica ha castigado más a las mujeres porque la mayoría de ellas eran amas de casa o trabajaban en puestos administrativos, mientras que el hombre que trabajaba en el campo realizaba una mayor actividad. Todo eso ha cambiado, aunque las mujeres siguen siendo mayoría en las consultas», indicó el especialista, quien hizo alusión al factor de riesgo que también supone la gestación.
El macroestudio, realizado por la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular (SEACV), concluye que el número de afectados seguirá creciendo en los próximos años hasta alcanzar el 36% de los mayores de 65 en 2010. Por regla general, sólo tres de cada diez consultas requieren cirugía y otras tres, seguimiento médico. Las cuatro restantes, «generalmente nada».
«La Sanidad pública -añadió en este sentido el especialista Josep Marinel.lo, presidente del área de Flebología de la SEACV- no puede atender demandas estéticas, pero si el paciente desea ser intervenido sin necesitarlo, nuestro consejo es que se ponga en manos de un especialista en cirugía vascular que disponga de los métodos apropiados».