Un estudio confirma la relación entre los factores climáticos y el aumento de los casos de cólera en África

La subida de temperatura seis semanas antes de la estación de lluvias incrementa un 4,9% el número de afectados
Por EROSKI Consumer 26 de abril de 2009

Investigadores del Instituto de Salud Carlos III de Madrid han liderado un estudio que asocia el aumento de los casos de cólera en Zambia con los factores climáticos, según la Plataforma SINC. Este trabajo confirma, por primera vez, que el aumento de la temperatura ambiental seis semanas antes de la estación de lluvias incrementa un 4,9% el número de personas afectadas por esta enfermedad.

La investigación, realizada en Lusaka (Zambia) entre 2003 y 2006, analiza los datos de tres epidemias de cólera que se produjeron de manera consecutiva. Los resultados muestran que las variables climatológicas (lluvia y temperatura ambiental) tienen relación con el aumento de casos de la enfermedad en el periodo epidémico. «Es la primera vez que se pone de manifiesto en la región subsahariana que el aumento de la temperatura ambiental se relaciona con el incremento de los casos de cólera», señaló Miguel Ángel Luque, uno de los autores del estudio e investigador del Instituto de Salud Carlos III de Madrid.

El cólera tiene un marcado componente estacional que se asocia con la época de lluvias, indicaron los expertos. Así, un incremento de la temperatura seis semanas antes de este periodo se relaciona con un incremento de un 4,9% del número de casos de esta enfermedad en la población. Igualmente, si a este aumento se le une tres semanas después un incremento de 50 milímetros en las precipitaciones, estos valores se asociarían con un aumento añadido del 2,5% de riesgo.

Efectos del cambio climático

«El cambio climático está afectando de manera clave en la dinámica y resurgimiento de las enfermedades infecciosas, en concreto del paludismo y el cólera. Países como Zimbabwe y Zambia viven este año una devastadora epidemia de cólera asociada a un proceso pandémico que afecta a gran parte del continente, y las hipótesis apuntan a que, posiblemente, el aumento de la temperatura global esté relacionado con el proceso», apuntó Luque.

La limitación del estudio es que el modelo de la asociación entre las variables ambientales y el cólera es solamente explicativo. «Lo ideal sería disponer de un método predictivo, ya que se podría saber de antemano cuál va a ser el aumento del número de casos previsto y así poder desencadenar una alerta temprana en la región y poner en aviso a las autoridades sanitarias», agregó el investigador.

Los brotes de cólera siguen siendo un problema para la salud pública, pues causan grandes pérdidas humanas, sociales y económicas. Sólo en 2001, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Red Mundial de Alerta y Respuesta ante Brotes Epidémicos verificaron 41 brotes de cólera en 28 países. Los datos de la OMS indican un aumento preocupante del número de casos en todo el mundo desde el comienzo del siglo XX. Aunque la primera pandemia comenzó en 1817 en Asia, posteriormente se propagó a otras partes del mundo, como Sudamérica y África, donde en 2006 se concentró el 87% de los episodios de cólera.

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