Un estudio indica que los hijos de mujeres fumadoras padecen más enfermedades respiratorias

Sufren más sibilancias, tos nocturna y se resfrían más a menudo que el resto de los niños hasta cuatro años
Por EROSKI Consumer 13 de julio de 2010

Un estudio publicado en la revista «Archivos de Bronconeumología» de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica mantiene que los hijos de mujeres que fumaron antes, durante y después del embarazo -conocidas como fumadoras persistentes- sufren más sibilancias, tos nocturna y se resfrían más a menudo que el resto de los niños durante los cuatro primeros años de vida.

En la elaboración del trabajo participaron un total de 1.611 niños y niñas, incluidos en el estudio AMICS (Asthma multicentric Infant Cohort Study), en Ashford (Reino Unido), Barcelona y Menorca. Su objetivo era evaluar los periodos de mayor susceptibilidad a la exposición de tabaco y relacionarlos con las enfermedades respiratorias. Para ello, se realizó un seguimiento de los participantes desde el embarazo hasta los cuatro años de edad, a través de cuestionarios anuales sobre hábitos tabáquicos de los padres y síntomas respiratorios y alérgicos de los niños. Además, se les realizó un seguimiento antropométrico, es decir, del peso, la talla y el perímetro craneal.

La investigación demostró que la exposición al humo del tabaco tiene efectos nocivos para la salud de los niños, sobre todo para su aparato respiratorio. Los niños expuestos al tabaco sólo en época prenatal tuvieron una incidencia de hospitalizaciones por infección respiratoria mayor que los hijos de madres no fumadoras: de 2,96 odds (ratio de probabilidad en el primer año) y de 4,95 odds a los dos años de edad. La exposición postnatal se asoció con la aparición de sibilancias tardías (odd ratio: 2,48) y con un aumento de probabilidades de padecer asma a los cuatro años de edad (odd ratio: 1,69).

También los niños expuestos en los periodos pre y postnatal a los efectos del tabaco tenían más silibancias (odd ratio: 2,18), roncus persistente (odd ratio: 1,7), tos nocturna (odd ratio:1,90) y más probabilidades de padecer resfriados comunes al año y de ser diagnosticados de asma, especialmente entre el segundo (odd ratio 2,47) y el tercer año de vida (odd ratio 2,51).

El análisis antropométrico realizado en paralelo al estudio respiratorio muestra que en los hijos de fumadoras persistentes los parámetros están disminuidos de forma significativa al nacer respecto a los hijos de madres que nunca han fumado. No obstante, apunta también este trabajo, normalmente los parámetros de peso y talla se igualaban a los cuatro años en todos los niños. Los hijos de las mujeres que fumaban sólo durante el periodo prenatal presentaban tallas menores respecto a los niños del grupo de las madres no fumadoras. Sin embargo, los bebés de madres que dejaron de fumar durante la gestación no presentaron ninguna diferencia respecto a los de las no fumadoras.

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