Un estudio relaciona la talla baja de las personas con alteraciones genéticas

Un 3% de la población tendría un problema de crecimiento, que se diagnostica cuando el varón no alcanza 160 centímetros y la mujer 150
Por EROSKI Consumer 21 de noviembre de 2004

Investigadores del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS) sostienen, basándose en un estudio pionero, que la talla baja de las personas se relaciona con alteraciones en los genes en un porcentaje significativo de casos.

Realizado por el equipo de la Unidad de Endocrinología Pediátrica y de la Unidad de Medicina Molecular del Clínico compostelano, este estudio está coordinado por el profesor Manuel Pombo. El trabajo, que incluye a más de 200 pacientes gallegos, se presentó en el Simposio Internacional de la Hormona de Crecimiento, que tuvo en Santiago de Compostela los pasados días 19 y 20 de noviembre.

«La estatura tiende a ser parecida entre familiares, personas de comunidades cerradas y en individuos de la misma raza, ya que los factores genéticos son fundamentales», dijo el profesor Pombo en el encuentro científico.

La genética molecular ha permitido identificar numerosos genes relacionados con el crecimiento y se conocen ya múltiples alteraciones localizadas en diferentes cromosomas, como son el 17, donde se encuentra precisamente el gen de la hormona de crecimiento; o el 20, en el que se localiza el gen que codifica el factor liberador de dicha hormona. En el 3, por el contrario, se encuentra el gen del factor inhibidor de la hormona de crecimiento. Los expertos destacan que, además, existen muchos otros genes implicados en el crecimiento, algunos todavía desconocidos o de los que se desconoce su funcionamiento e interrelación con otros.

Se admite que un 3% de la población tendría un «problema» de crecimiento, por lo que podría afectar a cerca de 9.500 niños y adolescentes gallegos, ya que se situarían por debajo de los estándares admitidos como normales, sin que ello implique necesariamente presencia de patología. La talla se considera baja cuando la mujer no alcanza los 150 centímetros y el varón los 160.

«Aparte de los genes, en el crecimiento no hay que despreciar el papel que desempeña el medio ambiente», explicó el profesor Pombo. En España, la estatura media se ha incrementado unos 11 centímetros desde 1910 hasta 1995 y, en estos momentos, la talla media de los varones jóvenes está alrededor de los 175 centímetros.

«Entre los principales factores que facilitaron este crecimiento están una mejor nutrición, la mejor atención sanitaria, el mejor control de infecciones, la reducción del numero de hijos en las familias y la movilidad poblacional», explicó el profesor.

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