Un hombre al que amputaron la pierna por un retraso en el diagnóstico recibirá del Servicio Andaluz de Salud 148.000 euros

El dictamen señala que la demora de meses en el diagnóstico correcto obligó a amputar la extremidad
Por EROSKI Consumer 11 de septiembre de 2007

Un hombre de 51 años al que amputaron la pierna por debajo de la rodilla por un error médico deberá ser indemnizado por el Servicio Andaluz de Salud (SAS) con 148.093 euros. La extirpación se produjo por un retraso en el diagnóstico de un tipo de cáncer en la pierna del paciente. La reclamación, tramitada a través de la Asociación Defensor del Paciente, pedía una indemnización económica de 462.000 euros en concepto de responsabilidad patrimonial.

El afectado acudió el día 12 de diciembre de 2003 a las urgencias del Hospital Carlos Haya de Málaga al sufrir un dolor en la pierna izquierda, según la resolución del SAS. En la exploración se le diagnosticó tendinitis, por lo que se le recomendó reposo y antinflamatorios, añade. En enero de 2004 acudió a su médico de cabecera, quien le remitió a cirugía general por un lipoma en el brazo derecho e insuficiencia venosa en la pierna. Varios meses después, en mayo de ese mismo año, volvió a su médico de cabecera que emitió de nuevo un documento para enviarlo a cirugía general. A esta consulta, el paciente acudió el 26 de junio, cinco meses después de la primera consulta, para extirparle el lipoma del brazo, además de pedir una prueba para valorar la insuficiencia venosa en la pierna, cuya cita le llegó cuatro meses después. El mismo día de junio acudió a las urgencias del Hospital Virgen de la Victoria por un dolor intenso e inflamación en el miembro inferior. El diagnóstico fue insuficiencia venosa y se descartó la patología urgente, según el SAS. El paciente ingresó en el Hospital Carlos Haya el 5 de agosto, practicándose el día 11 una punción de biopsia, diagnosticándose al final «condrosarcoma», un tipo de cáncer cuya única solución era la amputación de la pierna, que se realizó el día 17 de septiembre.

Tras analizar la documentación, el dictamen médico concluye que «el retraso de meses en el diagnóstico correcto de su enfermedad ha condicionado de forma decisiva su tratamiento, obligando a la amputación», Así, no se le diagnosticó un posible tumor, que luego fue confirmado, hasta siete meses después del inicio de sus síntomas, momento en el que el único tratamiento posible es el quirúrgico, según este dictamen, que por todo ello determina que procede la responsabilidad patrimonial.

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