Un informe británico advierte de que el «piercing» en la boca puede causar infecciones, fracturas en los dientes y daños en el sistema nervioso

Una de cada cinco personas que se perforan la boca sufrirá un problema sanitario de estas características, según los autores
Por EROSKI Consumer 2 de septiembre de 2004

El anillado de los labios y la lengua con motivos estéticos, lo que se conoce como «piercing», puede causar no sólo hemorragias y cicatrices en la boca, sino también infecciones, fracturas en los dientes y daños en el sistema nervioso, asegura un informe publicado en la revista oficial de los odontólogos británicos, el «British Dental Journal». Los especialistas responsables del estudio calculan que, al menos, una de cada cinco personas que se perforan la boca sufrirá un problema sanitario de estas características.

«La boca es una zona especialmente delicada para un ‘piercing’. Si no son manos expertas las que practican la perforación, el cliente puede perder una cantidad de sangre muy importante», explica el cirujano maxilofacial Juan Alonso. Los dentistas, según dice, están especialmente preocupados por las bolas metálicas que atraviesan la lengua, un tipo de pendientes que, aparte de las complicaciones que su colocación pueda generar, constituyen por sí solos un foco de problemas sanitarios. Los continuos golpes que propina con el simple acto del habla rompen el esmalte de los dientes. «La lengua actúa como un martillo que golpea la dentadura sin parar», detalla el especialista de la Clínica Millenium.

La moda del «piercing» alcanza a la mitad de los jóvenes en EE.UU. y, aunque en España no existe ningún estudio al respecto, los profesionales de la salud son conscientes de que el número de personas que se perforan es cada vez mayor.

La literatura médica recoge el caso de una paciente europea que tuvo que ser sometida a una operación de urgencia porque el pendiente que lucía en la lengua había sido absorbido por completo por el músculo lingual. En los últimos meses, la Unión Europea (UE) ha reconocido la muerte de, al menos, dos jóvenes a causa de las complicaciones surgidas por la colocación de ornamentos metálicos en dudosas condiciones higiénicas. La Comisión Europea maneja informes en los que se sostiene que «más de la mitad de los ‘piercings’ pueden conllevar infecciones agudas que necesiten un tratamiento médico».

Los profesionales de la salud, más cautos, trabajan con la cifra del 20%, que es la que arrojó el primer estudio que se realizó en el mundo sobre este asunto, firmado por la Clínica Mayo de EE.UU. Unos y otros coinciden, en cualquier caso, en el «alto riesgo» de transmisión de infecciones y microorganismos que conlleva la estética «piercing».

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