Un mecanismo de regeneración cutánea recién descubierto abre nuevas vías de investigación

Un estudio internacional en el que ha colaborado el CSIC abre nuevas líneas de investigación en el campo de la lucha contra el envejecimiento de la piel
Por EROSKI Consumer 13 de enero de 2011

Un estudio internacional en el que ha colaborado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas Investigaciones Científicas (CSIC) ha descubierto un mecanismo de regeneración cutánea que abre nuevas líneas de investigación en el campo de la lucha contra el envejecimiento de la piel en humanos, en la curación y cicatrización de heridas. En concreto, se ha hallado uno de los mecanismos implicados en la renovación de la cutícula del gusano nematodo Caenorhabditis elegans, por lo que también se abre las puertas al desarrollo de tratamientos contra las nematodiasis, enfermedades parasitarias causadas por nematodos y muy extendidas en los países en vías de desarrollo.

El envejecimiento en los seres vivos se debe a la reducción de la capacidad de las células para reparar el daño oxidativo que acumulan a lo largo de su vida. «Cuando un animal envejece la calidad de su piel empeora de manera drástica, aunque los mecanismos que provocan ese envejecimiento cutáneo aún no se conocen bien», explicó Antonio Miranda?Vizuete, investigador del Centro Andaluz de Biología del Desarrollo del CSIC.

El organismo público de investigación asegura que el estudio constata que el proceso de muda del gusano Caenorhabditis elegans está asociado a cambios en el estado de oxidación de proteínas presentes en su cutícula. Cuando se bloquea la actividad de estas proteínas, la cutícula vieja no se debilita lo suficiente para que el animal la rompa y pase a la siguiente fase del estado larvario. En consecuencia, el nematodo muere atrapado dentro de su propia cutícula. Por el contrario, la aplicación de glutatión, una molécula presente en todos los organismos vivos y que regula el equilibrio de oxidación celular, favorece la muda y el paso al siguiente estadio larvario, ya que ayuda al gusano a degradar la cutícula vieja y a separarse de ella.

A pesar de que por el momento los resultados sólo se han demostrado en el gusano C. elegans, los hallazgos de este estudio podrían servir de base para la investigación de la renovación de la piel humana y de otros animales, así como en el tratamiento de cánceres cutáneos y otras afecciones de la piel.

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