Un proyecto introduce con éxito la terapia de combinación de fármacos contra el sida en países pobres

Esta experiencia se ha llevado a cabo en Haití, el país americano más azotado por el VIH
Por EROSKI Consumer 12 de julio de 2002

Ayer se presentó en la XIV Conferencia Internacional del Sida, que hoy se clausura en Barcelona, un proyecto piloto de la Universidad de Harvard (EE.UU.) en Haití que ha probado que el tratamiento con la terapia de combinación de fármacos antirretrovirales utilizada en el mundo rico es factible en los países más pobres y que tiene notables beneficios junto con las medidas de prevención. El gran reto es cómo extender a escala global esa vital combinación de tratamiento y prevención.

Se trata de una experiencia apoyada en personal sanitario local, que da cobertura terapéutica y cuidados médicos a más de dos mil pacientes en una zona rural de Haití, el país más azotado por el sida del continente americano, declaró Paul Farmer, de la Escuela de Medicina de Harvard e impulsor de este proyecto piloto. «La experiencia de Haití sugiere que con mejor asistencia progresan los esfuerzos de prevención y se reduce el estigma social del sida», agregó.

Bloqueo económico

La introducción a gran escala en el Tercer Mundo de las terapias con los fármacos que han garantizado la supervivencia en el mundo rico desde 1996 está bloqueada por razones fundamentalmente económicas. Se afirma que la terapia combinada con fármacos es muy complicada, costosa, desvía fondos de otras prioridades de salud, aumenta las cepas resistentes a los medicamentos y puede poner fin a los progresos en la adopción de conductas sin riesgo.

Por su parte, los activistas sostienen que la terapia constituye un derecho humano que debería estar alcance de todo infectado. Ahora, el dilema sobre el destino de las escasas ayudas a la prevención o el tratamiento en países pobres empieza a resolverse en favor de una postura de equilibrio entre ambas estrategias.

Farmer añadió que muy pronto comenzarán otros proyectos piloto con esta visión integral del problema en zonas del planeta muy castigadas por el sida. Según matizó el investigador Jordi Casabona, co-presidente de la Conferencia, la gran incógnita es saber cómo será posible realizar este abordaje de la enfermedad a escala global y de forma sostenida.

En las sesiones plenarias de ayer, Graca Machel, esposa del ex presidente surafricano Nelson Mandela y ex ministra de Educación de Mozambique, sentenció que la lucha contra el sida ha sido «tremendamente ineficaz porque la respuesta no fue suficientemente agresiva y global. Está claro que la prevención se encuentra estrechamente ligada al tratamiento y a los cuidados. Sin embargo, muchos Gobiernos continúan sin definirse. Se muestran vacilantes, si no fatalistas, sobre el mayor acceso a los tratamientos». Machel no dudó en acusar directamente a algunos Gobiernos: «Estados Unidos alardea de ser el líder del mundo, pero sí lo hace tiene que asumir las obligaciones que conlleva».

Brasil

En el debate sobre el acceso a los fármacos no faltó Brasil, que impulsa un agresivo programa de producción de fármacos genéricos con el que ha reducido espectacularmente la incidencia del sida. Paulo Teixeira, responsable del programa brasileño, defendió la idea del derecho al mejor tratamiento. «Los países ricos lo son porque han concentrado la riqueza del mundo. Europa y Estados Unidos tienen que pagar. No hay vuelta de hoja», aseveró.

Teixeira dijo que la fabricación de genéricos ha permitido reducir los precios de los fármacos en un 8%, aunque explicó que ningún país ha aceptado su oferta de producción gratuita.

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