Uno de los problemas más importantes, a la hora de mejorar la seguridad de los alimentos, es conocer la prevalencia precisa de cada uno de los agentes responsables de toxiinfecciones alimentarias. Actualmente la epidemiología de este problema se basa en las declaraciones obligatorias que realizan los médicos, normalmente en los hospitales. Sin embargo, desde hace mucho tiempo se ha señalado que este sistema tiende a infravalorar el número real de casos, puesto que sólo se recogen los datos de las personas que sufren una infección grave.
Un intento para conocer con precisión el número real de personas afectadas por gastroenteritis aguda ha sido llevada a cabo por las autoridades irlandesas mediante una encuesta telefónica. Para ello, se escogió a más de 10.000 personas representativas de la población. A cada una de ellas se las llamó por teléfono con una cierta regularidad, reflejando en cada comunicación el número de casos de toxiinfecciones reales, su gravedad y los síntomas más característicos.
Gracias a ello, se ha llegado a determinar un número mucho más aproximado a la realidad de la situación irlandesa, pero al mismo tiempo, se han sentado unas bases para poder crear una metodología aplicable al resto de los países de la Unión Europea, por lo que estudios similares, pueden reflejar la situación real. Además, los costes de este tipo de estudios son relativamente asequibles, aspecto que además de facilitar su puesta en marcha, abre las puertas a comparciones efectivas.
Las gastroenteritis agudas
Los episodios leves de gastroenteritis suelen pasar inadvertidos ocultando su impacto sanitario y económico realesLa gastroenteritis aguda es una enfermedad frecuente que a menudo podría ser prevenida. Los síntomas están dominados por la presencia de diarrea y vómitos. Ocasionalmente pueden aparecer dolor abdominal, calambres e incluso fiebre. La mayoría de los casos están producidos por agentes infecciosos incluyendo bacterias, virus y protozoos. La enfermedad puede ser adquirida, distribuida o contagiada siguiendo diferentes vías:
- Mediante contacto directo con otras personas afectadas.
- Mediante contacto directo o indirecto con animales o mascotas infectadas.
- Mediante el consumo de agua o alimentos contaminados.
Una pequeña proporción de las gastroenteritis agudas no tiene un origen infeccioso. Entre los orígenes de estas últimas se encuentran, por ejemplo, embarazo, problemas intestinales y medicamentos.
El caso irlandés como ejemplo
En Irlanda, tanto en el norte como en el sur, se han establecido tres métodos para la recogida de información sobre gastroenteritis agudas: notificaciones de rutina hechas por médicos de cabecera o en hospitales, informes de laboratorios clínicos y vigilancia de brotes.
Como se ha comentado, este sistema permite conocer aquellos casos de cierta gravedad, identificando los brotes de especial importancia. Sin embargo, aquellas personas que sufren un episodio leve, por el que no necesita visitar al médico, aunque incluso suponga quedarse en casa un día sin acudir al trabajo, no quedan recogidas. En estas situaciones, los brotes familiares leves quedan normalmente fuera de estas descripciones.
Como consecuencia, queda un importante número de casos fuera de control. Ello nos lleva a desconocer la magnitud real del problema, y a desconocer la magnitud real del problema sanitario y, de forma especial, su impacto económico. Si se tratara de conocer únicamente el número total de enfermos, la cifra global carecería de relevancia. Pero el objetivo final es centrar las medidas preventivas adecuadas y determinar en qué ámbitos deben aplicarse, puesto que ésta es una enfermedad en buena medida prevenible para la que existen fuertes implicaciones de tipo económico y social.
El estudio y sus resultados
El estudio irlandés fue diseñado para conocer la frecuencia y características de las gastroenteritis agudas en toda la isla de Irlanda, incluyendo no sólo los casos leves y graves, sino también las implicaciones en cuanto a horas o días en los que se dejó de ir al colegio, en el caso de los niños, institutos o universidades o al trabajo.Se realizó una selección de más de 10.000 hogares. En cada uno de ellos se seleccionó a una sola persona que actuaba como informador y era el responsable de la encuesta. Estas personas fueron entrevistadas durante un período de 12 meses. En total, el 84% de los hogares irlandeses aceptaron participar en el estudio, lo que supuso un nivel de participación superior al esperado. Finalmente se consideraron 9.903 hogares como adecuados para participar en el estudio.
La frecuencia de presentación estimada fue de 0,60 casos por persona y año, lo que supondría que el 60% de la población irlandesa sufrirá un caso de toxiinfección cada año. Esto, para toda la isla de Irlanda, supondría que se producen 3,2 millones de casos por año, o lo que es lo mismo, 8.800 nuevos episodios por día. Además, la encuesta ha estimado que la duración media de cada episodio es de 4 días. Por tanto, cada día hay una media de 35.000 personas afectadas. En cuanto a los grupos de población, los más afectados son niños y adultos jóvenes, con un origen mayoritariamente doméstico.
Como se esperaba, el número de personas afectadas que acuden al médico es muy inferior al real. Sólo el 29,2% de los afectados solicitaron cuidados médicos específicos, lo que supone 3.100 consultas por día. De ellos, sólo el 1,8% necesitaron un ingreso hospitalario. De estas 3.100 consultas, finalmente, sólo se tradujeron en una toma de muestra de materia fecal en 180 casos de media, lo que supone más de 64.000 muestras por año. Por tanto, las cifras recogidas en las estadísticas oficiales van a recoger, como mucho, unos centenares diarios, lo que supone menos del 1% de los casos reales.
Respecto a las pérdidas de horas de trabajo, el 17,4% dejó de acudir a su centro de actividad laboral mientras duró su gastroenteritis, mientras que el 19% de los estudiantes dejaron de acudir a sus colegios, institutos o universidades. Globalmente, se ha estimado que las pérdidas medias alcanzan 1,5 millones de días de trabajo.
Como vemos, el coste social de estos problemas es enorme, puesto que si consideramos que Irlanda tiene entorno a 4.000.000 de habitantes, supone que el esfuerzo económico es muy importante, puesto que al coste de las pérdidas de días de trabajo, hay que añadir los costes sanitarios.
Aunque no se pueden extrapolar los datos, puesto que Irlanda y España son muy diferentes en cuanto a climatología y gustos culinarios, una somera comparación nos llevaría a señalar que el número de casos en nuestro país y los costes económicos y sociales van a ser muy superiores a los que actualmente se están señalando.
Del estudio puesto en marcha en Irlanda pueden sacarse conclusiones relevantes no sólo para el país británico sino, en general, para buena parte de los países que componen la Unión Europea tanto en lo que refiere a metodología empleada como a resultados obtenidos. El más destacable de ellos es, sin duda, que la magnitud del problema es muy superior a los señalados por las autoridades sanitarias de cualquier país de la UE.
Por otra parte, parece claro que se necesita mejorar la información y la formación específica en esta área de los médicos de atención primaria, a fin de que identifiquen los problemas gastrointestinales y los describan correctamente a las autoridades sanitarias.
Del mismo modo, el informe señala la necesidad de incrementar los estudios para examinar los factores de riesgo específicos que permitan determinar cuáles son los hechos clave en la aparición de los brotes.
Finalmente, la investigación irlandesa insiste en que el coste económico de los procesos de gastroenteritis es sustancial, por lo que la prevención tendrá beneficios económicos apreciables en la economía de cualquier país. En este sentido, las medidas previas de prevención se consideran inicialmente sencillas: higiene personal y durante la preparación de los alimentos, especialmente en los entornos domésticos. Este último aspecto cobra gran relevancia, puesto que no se efectúan inspecciones de las autoridades sanitarias en el hogar. Mayores esfuerzos de formación e información al consumidor, concluye el informe, aparecen como las mejores medidas preventivas de carácter global.
- Fitzgerald M., Scallan E., Collins C., Crowley D., Daly L., Devine M., Igoe D., Quigley T. y Smyth B. 2004. Results of the first population based telephone survey of acute gastroenteritis in Northern Ireland and the Republic of Ireland. Eurosurveillance Weekly. 8(18):5. http://www.eurosurveillance.org/ew/2004/040429.asp#5
- Anónimo. 2003. Acute Gastroenteritis in Ireland, North and South A Telephone Survey. Communicable Disease Surveillance Centre – Northern Ireland, Department of Public Health Medicine and Epidemiology, University College Dublin, Food Safety Authority of Ireland, Food Safety Promotion Board, Food Standards Agency – Northern Ireland, National Disease Surveillance Centre, Eds. http://www.safefoodonline.com/safefood/Uploads/Gastro_Study_2003.pdf
