Uno de los principales objetivos que se plantean desde la Asociación Riojana de Vacuno es recuperar la confianza del consumidor tras los daños provocados por la crisis de las “vacas locas”. Según los datos de la Asociación, la encefalopatía espongiforme bovina (EEB) ha supuesto a las explotaciones ganaderas riojanas unas pérdidas económicas que superan los seis millones de euros (más de mil millones de pesetas).
La Asociación destaca, sin embargo, un apunte positivo, y es que tras la crisis el consumo de la carne de vacuno se ha recuperado, si no al cien por cien, sí en más del 98%. Luís Pascual, presidente de la Asociación de Vacuno de Carne, ha asegurado que en los últimos años la carne de vacuno ha ido desprestigiándose debido básicamente a la aplicación de malas prácticas en la producción. En este sentido, Pascual ha denunciado el uso de clenbuterol y de hormonas para el engorde de ganado.
Según Pascual son estas prácticas las que deben empezar a prohibirse si lo que se quiere es volver a recuperar la confianza de los consumidores. Por este motivo, las once explotaciones ganaderas inscritas en la Asociación deben reforzar los controles y establecer unas prácticas correctas de producción, según ha informado el diario La Rioja.
