Más de 110 millones de razones para ofrecer esperanza lejos del hogar

Este informe, que tiene como objetivo analizar los cambios y las tendencias en torno al desplazamiento forzado del año 2022, arroja luz sobre varios aspectos clave. Por una aparte, cabe destacar que, a finales de 2022, había 108,4 millones personas desplazadas a la fuerza, lo que supone un aumento de 19 millones (un 21 % más) en comparación con el año anterior. 

Esta tendencia al alza no parece que vaya a cambiar, ya que el conflicto que estalló en Sudán hace dos meses ha incrementado la cifra a 110 millones, un hito histórico nunca antes conocido. Según datos de ACNUR, este aumento es el mayor observado de un año a otro y, además, el número de personas desplazadas a la fuerza se ha duplicado en una década, pasando de 51,2 millones personas en 2013, a 110 millones en 2023.

Dado que este informe es un resumen de los datos clave de 2022, es importante analizar la emergencia de Ucrania, que comenzó en febrero del pasado año. La invasión de Ucrania ha dejado la crisis de desplazamiento más veloz, y una de las más grandes desde la Segunda Guerra Mundial. Los primeros días del conflicto, 200.000 personas buscaban protección a través de las fronteras cada día, y el 2022 acababa con 11,6 millones de personas desplazadas, de las cuales 5,9 millones se encuentran dentro del país y 5,7 millones han huido a los países vecinos y otros lugares.

Es importante destacar que más de la mitad (un 52 %) de todas las personas refugiadas y otras personas que necesitan protección internacional a nivel mundial provienen solo de tres países: Siria (con 6,5 millones), Ucrania (5,7 millones) y Afganistán (5,7 millones). Pero estos no son los únicos países que se ven afectados por conflictos, violaciones de derechos humanos o las consecuencias del cambio climático. También ocurre en Venezuela, Sudán del Sur o Myanmar.

De los 108,4 millones de personas desplazadas a la fuerza, la gran mayoría —62,5 millones— ha buscado protección y seguridad dentro de las fronteras de su propio país, es decir, son desplazadas internas. A esta cifra les siguen los 35,3 millones de personas que se han visto forzadas a cruzar la frontera para conseguir esa seguridad. Además, una gran parte de las personas desplazadas —el 70 %—  son acogidas por países vecinos a sus países de origen, y el 76 % han sido acogidas por países de renta baja o media.

Por ello, la solidaridad y cooperación internacional, así como el compromiso de los Estados y el trabajo de organizaciones como ACNUR, son de vital importancia para asegurar que las responsabilidades se comparten y se buscan soluciones duraderas.

«Las personas en todo el mundo siguen dando muestras de una excepcional hospitalidad hacia las personas refugiadas, ayudando y ofreciendo protección a quienes la necesitan, pero hace falta mucho más apoyo internacional y que se compartan las responsabilidades de manera más equitativa, sobre todo con los países que han dado acogida al mayor número de personas desplazadas en el mundo», recalca Filippo Grandi, alto comisionado de la ONU para los Refugiados.

A pesar de las alarmantes cifras de desplazamiento, no debemos quedarnos solo con esta tendencia al alza. Hay otros datos que también brindan esperanza sobre la realidad de las personas refugiadas y desplazadas: el número de personas que han podido retornar a su hogar de forma voluntaria y segura. En 2022, seis millones de personas desplazadas retornaron a su zona o país de origen, incluidos los 5,7 millones de personas desplazadas internas y 339.300 personas refugiadas. Además, el año pasado, se reasentaron 114.300 personas refugiadas, el doble que el año anterior.

Este año, con motivo del Día Mundial de las Personas Refugiadas, ACNUR ha elegido el lema ‘Esperanza lejos del Hogar‘, que hace referencia a la importancia de cuidar a las personas que aún no pueden regresar a sus hogares porque su situación no se lo permite. Es necesario ofrecerles un modo de vida digno y autosuficiente, tanto a las personas refugiadas como a las que continúan desplazadas dentro del país. Además, todos podemos hacer más para integrar e incluir a las personas refugiadas en nuestras sociedades. 

ACNUR continúa trabajando incansablemente en 135 países para brindar asistencia y protección a las personas que lo han perdido todo. No obstante, en los últimos tres años, se ha declarado un promedio de 35 situaciones de emergencia por año. Esto implica que las necesidades de las personas que se ven afectadas por emergencias son crecientes, a la vez que los fondos y los recursos resultan cada vez más escasos.

Coincidiendo con el Día Mundial de las Personas Refugiadas, el Comité español de ACNUR celebró esta fecha significativa con el evento Guernica Refugiado en seis ciudades (Bilbao, Madrid, Barcelona, Pamplona, Valencia y Sevilla) de manera simultánea, junto a la oficina de ACNUR en España. 

Con motivo del 50 aniversario de la muerte del artista Pablo Picasso, ACNUR ahondó en el paralelismo entre lo que representa una de sus principales obras, ‘Guernica’, y la situación actual que viven más de 110 millones de personas refugiadas y desplazadas a la fuerza. Lo hizo sacando a sus personajes principales del cuadro y “refugiándolos” en diferentes museos y centros de arte de nuestro territorio como fueron el Museo Picasso de Barcelona, el Itsas Museoa-Museo Marítimo de Bilbao, el Círculo de Bellas Artes de Madrid, el Civican de Pamplona, la Fundación Cajasol de Sevilla y el Centre del Carme Cultura Contemporània de Valencia.

Reconocidos artistas nacionales y refugiados participaron aunando arte y solidaridad, acercando esta realidad, la que fue plasmada en el ‘Guernica’ por Pablo Picasso, que ocurrió en nuestro país ni tan lejos ni hace tanto, y sensibilizando sobre la realidad que viven millones de mujeres, hombres, niños y niñas que han tenido que huir de sus hogares. 

A su vez, esta acción marcó la apertura del Foro España con los Refugiados, donde diferentes actores de la sociedad civil, desde instituciones hasta empresas, propusieron compromisos para reforzar la solidaridad con las personas refugiadas en campos como el deporte, la educación o la empleabilidad. Con este Foro, que precede al Foro Mundial sobre refugiados que tendrá lugar en diciembre en Ginebra, ACNUR busca movilizar esfuerzos e iniciativas que den soluciones a la situación de las personas refugiadas y que les ayude a rehacer sus vidas allí donde hayan tenido que buscar seguridad.