Acción contra el Hambre interviene en Níger, Mauritania y Burkina Faso ante una inminente crisis alimentaria

Ayudará a 64.000 personas para adelantarse al periodo crítico, que se registrará de finales de abril a octubre de 2012
Por EROSKI Consumer 20 de diciembre de 2011

Acción contra el Hambre, con la financiación de la Unión Europea (UE), ha puesto en marcha una intervención dirigida a 64.000 personas en Níger, Mauritania y Burkina Faso, con el fin de cubrir sus necesidades alimentarias básicas y evitar una crisis alimentaria como la que se registra en el Cuerno de África. Según la ONG, todo apunta a una nueva crisis alimentaria en estos países situados al Sur del Sahara para abril de 2012. Por ello, apela también al apoyo de la comunidad internacional para evitar una nueva emergencia en la región.

?Es completamente irracional saber ya lo que se avecina y esperar a que ocurra para reaccionar?, consideró el director técnico de Acción contra el Hambre, Amador Gómez. «Actuar ahora no permitirá solo salvar más vidas, será además mucho más rentable que una intervención de urgencia cuando los niveles de desnutrición hayan sobrepasado todos los umbrales de la emergencia», aseguró.

La organización explica que en Mauritania, donde se ha cosechado casi la mitad respecto a la media de los cinco últimos años, más de 700.000 personas estarán amenazadas por el hambre desde enero, mientras que en Níger un millón de personas necesitan ya alimentos. «Ha llovido poco, las cosechas no bastan, el franco CFA se ha debilitado, Nigeria ha comenzado a limitar sus exportaciones de cereales y las personas que sostenían a sus familias desde Libia y Costa de Marfil han tenido que retornar…, un cúmulo de factores han golpeado de lleno la precaria seguridad alimentaria en la región», enumera.

Los equipos de Acción contra el Hambre han puesto en marcha una intervención urgente en los tres países que se prolongará durante seis meses para adelantarse al periodo crítico, que se producirá entre finales de abril, cuando las familias agoten sus últimas reservas de alimentos, y el mes de octubre, cuando se recoja la siguiente cosecha. Se trata de una intervención que facilitará liquidez a las familias más vulnerables para comprar alimentos allí donde los mercados locales funcionen. Esta transferencia monetaria, acompañada de sesiones de sensibilización sobre hábitos alimentarios e higiene, será condicionada a la realización de labores comunitarias para las familias que cuenten con mano de obra activa dirigidas a aumentar la resiliencia de la población local. Algunos ejemplos de estas actividades son la rehabilitación de puntos de agua, de caminos o de campos de cultivo.

El proyecto financiado por el Servicio de Protección Civil y Ayuda Humanitaria de la Comisión Europea también prevé la distribución de raciones de protección a las familias con niños desnutridos, para evitar que se deteriore aún más su estado de salud y caigan en desnutrición severa, lo que tendría consecuencias irreversibles en su desarrollo y podría producir muchas muertes, advierte la ONG.

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