Buenos Aires ha inaugurado el primero de los cinco «cibercafés» que proyecta abrir para niños y adolescentes que viven en las calles. Chicos de 12 a 18 años sin casa podrán acceder a estos sitios acompañados por agentes de la Dirección General de la Niñez y Adolescencia de la capital argentina.
En estos cafés encontrarán un espacio de juego, lectura y capacitación a través de actividades atractivas para ellos, como juegos de ordenador, diseño de páginas web, o el envío de correos electrónicos para ponerse en contacto con otros chicos.
Marisa Graham, una de las responsables de esta iniciativa, explica que «más que un ‘ciber’, es un espacio amigable donde a los jóvenes, además de usar el ‘chat’ y jugar en red, también se intenta darles talleres, una merienda e incluso pueden quedarse a dormir». Se trata, en definitiva, de mejorar las condiciones de vida de estos chavales que vagabundean por las calles bonaerenses.
Este proyecto surgió a partir de un estudio realizado por la Universidad Nacional de Tres de Febrero, que detectó que los muchachos de la calle se gastaban el 60% de las limosnas que recibían en locales de juegos en red.
