El Informe Anual Discriminación y Comunidad Gitana 2006 pretende convertirse en una herramienta de información que, anualmente, pueda evidenciar una serie de indicios fiables, recogidos de la experiencia práctica, acerca de cómo opera la discriminación respecto a la comunidad gitana. Una población que representa la principal minoría étnica española, principalmente en un escenario en el que existe una importante ausencia de datos estadísticos e investigaciones sobre la materia.
Por tanto y con objeto de analizar en profundidad los mecanismos de la discriminación y sus distintas consecuencias, el informe recoge cinco casos de estudio que la FSG ha seleccionado entre las denuncias recibidas durante 2005, por su especial gravedad o relevancia. Estas prácticas discriminatorias se han producido en los ámbitos de la salud, la vivienda, los bienes y servicios, la educación, y la justicia y policía. «Se trata de situaciones ocurridas tanto en el ámbito público como en el privado, que han afectado seriamente a sus víctimas y que, sólo en algunos casos, se han resuelto favorablemente, lo que demuestra que existe todavía un enorme camino por recorrer para combatir la discriminación de manera real y efectiva», relatan desde la Fundación. En todos los casos, la FSG ha desarrollado algún tipo de acción apoyando a las víctimas o a sus abogados, ya sea en la interposición de una queja, la mediación o la acción judicial.
Entre las conclusiones más importantes del estudio destacan las siguientes:
- A pesar de los avances introducidos por las legislaciones española y europea, la existencia de un marco jurídico adecuado es insuficiente para combatir la discriminación si no se adoptan otras medidas adicionales.
- Existe una importante brecha entre la normativa anti discriminación y la práctica institucional que permite que las minorías étnicas sigan sufriendo prácticas discriminatorias en numerosos ámbitos sociales que frenan el ejercicio pleno de su ciudadanía.
- En particular, la comunidad gitana es uno de los grupos peor valorados socialmente y que continúa siendo víctima de una discriminación histórica en ámbitos esenciales como el empleo, la educación, la vivienda, la salud o la justicia. Hecho que incide sensiblemente en una menor calidad de vida y ejercicio de los derechos de los ciudadanos.
- La discriminación se manifiesta principalmente en la existencia de barreras en el acceso y disfrute de los derechos y prestaciones, así como en lo que la Directiva 2000/43/CE define como acoso por motivos raciales o étnicos.
- Persisten graves manifestaciones de discriminación directa que, en numerosas ocasiones, vulneran además el derecho al honor y la dignidad de las personas.
- Se constata también la existencia de una grave discriminación estructural de carácter indirecto, especialmente en el ámbito público, que coloca en situación de desventaja a los miembros de la comunidad.
- Las prácticas discriminatorias, directas e indirectas, se manifiestan tanto en la esfera privada como pública, siendo especialmente graves y significantes en este último campo, donde el derecho a la igualdad de trato debería contar con una especial protección.
ACCEDER es el nombre del programa que la FSG gestiona durante el periodo 2000-2006, y cuya finalidad fundamental es favorecer el acceso de los gitanos y las gitanas al empleo, se desarrolla en 44 municipios de 13 comunidades autónomas. Se trata de una iniciativa que forma parte del Programa Operativo Plurirregional “Lucha contra la Discriminación” (FSE), que se dirige a aquellas personas y grupos que padecen especiales dificultades en el acceso al mercado de trabajo.
A esta altura del año, los resultados han superado todas las expectativas iniciales. El objetivo inicial era llegar a 15.000 personas beneficiarias al final del programa: en la actualidad se superan las 28.000 personas. Además, como resultado del programa, se han llevado a cabo más de 20.000 contratos de trabajo: el 45% de estos de más de 3 meses de duración y el 5% contratos indefinidos.
Otro de los objetivos clave del programa es el fomento del acceso a la educación y a la formación de la comunidad gitana. Hasta la fecha, un cuarto del total de personas beneficiarias han participado en acciones formativas, el 65% mujeres gitanas.