Los países del África subsahariana no logran dar pasos importantes hacia la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) de las Naciones Unidas, que pretenden reducir a la mitad la extrema pobreza en el mundo para 2015.
Un informe de este organismo, presentado con motivo de la cumbre del G8 en Alemania, revela que ningún país de la región está en disposición de alcanzar esa meta. Por ello, anima a los países en desarrollo a redoblar su asistencia al mundo en desarrollo.
Según la ONU, el aumento en ayuda experimentado a principios del nuevo milenio prácticamente se detuvo a partir de 2004, si se excluye la condonación de la deuda exterior y la asistencia humanitaria.
El número de personas que viven con un dólar o menos diario se ha reducido del 45,9% al 41,1% desde 1999, pero ese ritmo debería doblarse para lograr el objetivo de eliminar la mitad de la pobreza extrema en los próximos ocho años, señala el informe.
La proporción de niños menores de cinco años malnutridos sólo ha bajado del 33% al 29% desde 1990 a 2005; mientras los fallecimientos de niños han pasado de 185 por cada 1.000 recién nacidos, a 166 por cada 1.000, un avance escaso si se quiere lograr la propuesta de eliminar dos tercios de esas muertes para 2015.
Entre los principales éxitos, el informe cita la multiplicación por dos de la productividad agrícola en Malawi en una sola cosecha gracias a la entrega de fertilizantes y semillas a agricultores que nos las podrían haber pagado en el mercado libre.