La entrega de ayuda humanitaria a los afectados por el maremoto de las zonas remotas de la provincia indonesia de Aceh sigue siendo caótica y, además, perduran las condiciones de insalubridad en muchas partes de la costa occidental y en los campamentos de refugiados, muchos de los cuales carecen de letrinas, según denuncia Naciones Unidas.
En el oeste de Aceh, los trabajadores humanitarios han identificado comunidades remotas e inaccesibles «donde no se está haciendo una entrega adecuada de alimentos y otros bienes de primera necesidad», afirma el representante de la ONU en Indonesia, Bo Asplund.
Asplund dice que hay que hacer frente a la ausencia de una «respuesta sistemática» a las diversas demandas de la gente y de coordinación de las agencias humanitarias, aunque señala que el panorama general muestra que la provincia avanza por el camino de la recuperación.
En este sentido, las escuelas están reabriendo sus puertas, lo que, según el representante de la ONU, «es ciertamente una señal de normalidad».
