El trabajo infantil en el mundo

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) revela que por primera vez ha descendido el porcentaje de niños trabajadores en el mundo
Por Miren Rodríguez, Iñigo Marauri 9 de mayo de 2006

El informe elaborado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), ‘La eliminación del trabajo infantil está a nuestro alcance’, recoge que el número real de niños trabajadores en todo el mundo disminuyó en un 11% entre 2000 y 2004,

El número real de niños trabajadores en todo el mundo disminuyó en un 11% entre 2000 y 2004
y pasó de 246 a 218 millones. Además, el número de niños, niñas y jóvenes de 5 a 17 años ‘atrapados’ en un trabajo peligroso disminuyó un 26%, hasta llegar en 2004 a 126 millones, frente a los 171 millones de la estimación anterior. Según consta en el estudio, este descenso fue incluso más pronunciado, de un 33%, entre los trabajadores más jóvenes, de 5 a 14 años. Después de analizar estos datos, Juan Somavia, Director General de la OIT, subraya que «si bien la lucha contra el trabajo infantil sigue siendo un desafío de enormes proporciones, estamos en el camino correcto. Podemos acabar con sus peores formas en una década, pero no debemos perder de vista el objetivo final de terminar con el trabajo infantil en su totalidad.»

El estudio atribuye la reducción del trabajo infantil a una mayor conciencia y voluntad política, aunque también a la puesta en práctica de una serie de medidas, particularmente en el ámbito de la reducción de la pobreza y la educación masiva, las cuales han dado lugar a un «movimiento mundial en contra del trabajo infantil». En este sentido hay que recordar que nueve de cada diez Estados miembros de la OIT, en los que viven casi el 80% de los niños del mundo, han ratificado ahora el Convenio sobre las peores formas del trabajo infantil, 1999, mientras que cuatro de cada cinco Estados miembros, con más del 60% de la población infantil mundial, han ratificado el Convenio sobre la edad mínima, 1973.

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A través del Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC), la OIT ayuda a crear una capacidad nacional para afrontar el trabajo infantil y a proporcionar asesoramiento político. Además, mediante la acción directa, el Programa llegó durante el pasado decenio a unos cinco millones de niños. «Estas iniciativas han cumplido una importante función catalizadora, tanto en lo que respecta a la acción movilizadora como a la demostración de la forma en la que se puede eliminar el trabajo infantil», aseguran desde la OIT.

Programa Internacional para la erradicación del trabajo (IPEC)

Es el mayor programa del mundo dedicado a erradicar el trabajo infantil y constituye el principal programa operativo de la OIT. Desde su creación en 1992, esta organización ha invertido 350 millones de dólares, y en este momento el gasto anual es de unos 50-60 millones. Fuera de la estructura tripartita de gobiernos y organizaciones de empleadores y trabajadores, el IPEC colabora con otras instituciones, entre ellas empresas privadas, organizaciones de base, ONG, medios de comunicación, parlamentarios, judicatura, universidades, grupos religiosos y los niños y sus familias. A través de las autoridades locales y los ayuntamientos, el Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo puede llegar a los niños que trabajan en la ‘economía informal’ y las PYME, que acumulan la mayor parte del empleo, así como promover otros mecanismos para que los niños dejen sus trabajos y acudan a la escuela.

Convenio sobre las peores formas de trabajo infantil, 1999

En la Conferencia General de la Organización Internacional del Trabajo, convocada en Ginebra el 1 de junio de 1999, se acordó:

  • Considerar la necesidad de adoptar nuevos instrumentos para la prohibición y la eliminación de las peores formas de trabajo infantil, principal prioridad de la acción nacional e internacional, incluidas la cooperación y la asistencia internacionales.
  • Considerar que la eliminación efectiva de las peores formas de trabajo infantil requiere una acción inmediata y general que tenga en cuenta la importancia de la educación básica gratuita y la necesidad de librar de todas esas formas de trabajo a los niños afectados, y asegurar su rehabilitación y su inserción social al mismo tiempo que se atiende a las necesidades de sus familias
  • Reconocer que el trabajo infantil se debe en gran parte a la pobreza, y que la solución a largo plazo radica en un crecimiento económico sostenido conducente al progreso social, en particular a la mitigación de la pobreza y a la educación universal.
  • Recordar que algunas de las peores formas de trabajo infantil son objeto de otros instrumentos internacionales, en particular el Convenio sobre el trabajo forzoso, 1930, y la Convención suplementaria de las Naciones Unidas sobre la abolición de la esclavitud, la trata de esclavos y las instituciones y prácticas análogas a la esclavitud, 1956.

Sus artículos:

Algunos de los artículos más significativos que forman parte del Convenio sobre las peores formas de trabajo infantil, 1999 son los siguientes:

  • Artículo 1.- Todo Miembro que ratifique el presente Convenio deberá adoptar medidas inmediatas y eficaces para conseguir la prohibición y la eliminación de las peores formas de trabajo infantil con carácter de urgencia.
  • Artículo 2.- El término niño designa a toda persona menor de 18 años.
  • Artículo 3.- La expresión las peores formas de trabajo infantil abarca:
    • Todas las formas de esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, como la venta y el tráfico de niños, la servidumbre por deudas y la condición de siervo, y el trabajo forzoso u obligatorio, incluido el reclutamiento forzoso u obligatorio de niños para utilizarlos en conflictos armados.
    • La utilización, el reclutamiento o la oferta de niños para la prostitución, la producción de pornografía o actuaciones pornográficas
    • La utilización, el reclutamiento o la oferta de niños para la realización de actividades ilícitas, en particular la producción y el tráfico de estupefacientes, tal como se definen en los tratados internacionales pertinentes.
    • El trabajo que, por su naturaleza o por las condiciones en que se lleva a cabo, es probable que dañe la salud, la seguridad o la moralidad de los niños.
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