El estudio «Maltrato de personas mayores en la familia en España», elaborado por el Centro Reina Sofía, refleja que una de cada 100 personas mayores de 65 años se siente víctima de maltrato en el ámbito familiar, lo que significa que en nuestro país hay 60.000 ancianos afectados por vejaciones en el hogar. El porcentaje, aunque está dos puntos por debajo de la media de otros estudios europeos, es considerado como «preocupante» por los expertos, sobre todo si se tiene en cuenta que casi cinco de cada 100 cuidadores reconocen que agreden a los ancianos a su cargo.
Este trabajo, presentado ayer en Valencia por la autora, Isabel Iborra, es el primero en España que ofrece datos a escala nacional y uno de los únicos del mundo que aborda el asunto. «El resultado de los mayores que sufren maltrato está por debajo de lo que habíamos conjeturado», señaló el director del Centro Reina Sofía, José Sanmartín. A este respecto, Iborra apuntó que el anciano puede no reconocer abiertamente el maltrato por no ser consciente de la agresión que padece; por miedo, vergüenza o el estigma social que recae sobre la familia maltratadota; o por padecer un síndrome de indefensión.
Retrato del anciano maltratado
«Cuanto más anciana es una persona, y cuanto mayor es su grado de dependencia, mayor es también la probabilidad de que sea maltratada», advirtió Sanmartín. Así, el 57,9% de los maltratados tienen más de 74 años, y el grado de prevalencia de la agresión aumenta del 0,65% entre las personas de 65 a 74 años hasta el 1,1% en el caso de ancianos mayores de 75 años. Asimismo, son víctimas de maltrato el 1% de los ancianos con dependencia moderada, el 2,2% de los que padecen dependencia severa y el 2,9% de aquellos con gran dependencia. De cada diez víctimas, seis son mujeres, otras seis tienen más de 74 años, una padece problemas psicológicos, siete sufren algún problema físico o enfermedad crónica, dos tienen alguna discapacidad, tres necesitan ayudas para realizar sus tareas diarias, y dos reciben atención o ayuda de los servicios sociales.
Los expertos destacan, entre los distintos tipo de maltrato, el económico, que tiene especial incidencia en los ancianos dependientes. La autora del estudio, Isabel Iborra, explicó que la dependencia es «un factor determinante, porque los ancianos no se pueden defender y necesitan ayuda para realizar cualquier gestión en el banco».
En cuanto a los cuidadores, el 72,2% de los agresores siente que la situación les sobrepasa, frente al 50% de los cuidadores que no maltratan. Prueba de esta frustración que sufren es que el 44,4% de los agresores consideran que el hecho de encargarse de un anciano influye negativamente en sus relaciones sociales, mientras que la cifra se reduce hasta el 18% en el caso de cuidadores no maltratadores. Por sexos, el 75% de los que agreden son mujeres y el 25%, hombres. No obstante, hay que tener en cuenta que el 82% de los cuidadores son mujeres, frente a apenas un 18% de hombres. De esta forma, la prevalencia de maltratos es mayor entre el género masculino (donde es del 6,38%) que en el femenino (4,2%).