Estados Unidos es el país encargado de nombrar al presidente del Banco Mundial. En breve deberá elegir uno nuevo tras la renuncia de su actual responsable, Paul Wolfowitz, debido al escándalo originado por la subida de sueldo a su pareja y empleada del organismo Shaha Riza.
Oxfam Internacional (Intermón Oxfam en España) espera que la designación del nuevo mandatario se haga en base a sus méritos profesionales y que su nombramiento se realice de forma responsable.
«Estados Unidos y otros países ricos deben demostrar ahora que se toman en serio el buen gobierno de esa institución y asegurar que el próximo presidente del Banco sea nombrado en base a sus méritos y mediante un proceso abierto y responsable», señala Isabel Kreisler, responsable de financiación al desarrollo de Intermón Oxfam.
«El injusto acuerdo actual, por el que Estados Unidos tiene la potestad de nombrar al jefe del Banco Mundial y los europeos de elegir quién dirige el Fondo Monetario Internacional (FMI), debe terminar. Para que el Banco Mundial sea una institución internacional eficaz, el próximo presidente debe ser representativo para todos los países, no sólo para los más poderosos, tal como ha pedido el propio personal del Banco», añade Kreisler.
A juicio de Intermón, el actual sistema de nombramientos menosprecia a los países pobres, que son los principales clientes de esas dos instituciones financieras internacionales. Kreisler advierte de que el episodio de las últimas semanas ha sido muy dañino para la credibilidad del Banco y es imprescindible que la organización centre rápidamente su atención de nuevo en el problema de la reducción de la pobreza.
