Cada día que pasa empeora la situación de los desplazados de la República Democrática del Congo (RDC). La desnutrición, el cólera y el sarampión empiezan a hacer acto de presencia en los campos de refugiados, que precisan urgentemente alimentos, medicinas, refugio, agua y saneamiento, protección y educación.
Los niños, como siempre, son los más perjudicados por un conflicto que dura ya más de diez años, pero que se ha recrudecido en las últimas semanas. «Tras más de una década de inseguridad y conflicto armado, el sufrimiento de la infancia en las regiones afectadas continúa en unos niveles dramáticos. Sólo una paz y estabilidad duraderas podrán permitir una posibilidad de supervivencia y desarrollo a estos niños y niñas que han nacido y crecido sin conocer la paz», indica Unicef, que hace un llamamiento a todos los grupos armados para que respeten los derechos de los menores reconocidos por las leyes internacionales.
La agencia de la ONU advierte de que los «suministros y los equipos de ayuda llegan con mucha dificultad a los campamentos donde se hacinan miles de personas. En estas condiciones, la desnutrición aguda grave y enfermedades como el cólera y el sarampión comienzan a sumarse a la larga lista de problemas de la infancia».
Envío de suministros
Cuatro aviones con suministros para frenar el cólera y las infecciones respiratorias han llegado a Goma, la capital de Kivu Norte, la región donde la violencia está alcanzando cotas más altas en los últimos días. Esta ayuda, proporcionada por el Gobierno británico, será distribuida por Unicef y sus aliados de Solidarité y del Comité Internacional de Rescate entre las decenas de miles de personas que han huido de sus hogares en Kivu Norte.
«Estos suministros ayudarán a contener la expansión del cólera y la diarrea, enfermedades muy contagiosas que se expanden por los campamentos de desplazados de Kivu Norte. Agradecemos muchísimo estos suministros y los que están en camino. Son determinantes para ayudar a salvar y mejorar las vidas de los niños y niñas afectados por el conflicto», afirmó Pierrette Vu Thi, representante de Unicef en el Congo.
La organización tiene previsto además repartir un millón de pastillas potabilizadoras y miles de cubos y de lonas para refugios. «Miles de niños han estado durmiendo a la intemperie, en condiciones de mucho frío y humedad, por lo que corren el riesgo de caer enfermos», advierte Unicef. Estas lonas «les permitirán un mínimo de protección frente a las infecciones respiratorias y el paludismo», las dos principales causas de mortalidad infantil en el país.
