La política de cooperación española hasta 2012, que se centrará en la lucha contra el hambre y la erradicación de la pobreza, ha quedado recogida en un documento aprobado en el último Consejo de Ministros.
El plan 2009-2012 propone reducir de 56 a 50 el número de países con los que se cooperará, con el fin de concentrar la ayuda para ganar en eficacia. Así, el plan se centrará principalmente en América Latina, región «prioritaria» para España, y África.
Se dejan de lado economías emergentes como China y Turquía. Este último país y el resto de naciones balcánicas se excluyen por ser candidatos a adherirse a la UE en el futuro. También quedan fuera los países asiáticos afectados por el tsunami de 2004 (aunque la ayuda seguirá hasta el fin de los proyectos subvencionados), Chile y Sudáfrica.
0,7% del PIB
El III Plan Director de la cooperación española tiene como objetivo alcanzar el 0,7% del Producto Interior Bruto (PIB) al final de su vigencia. Para conseguirlo tiene como meta previa alcanzar el 0,56% en 2010. Este plan es el primero que recoge los «errores y deficiencias» de la cooperación española, en función de los cuales apuesta por concentrar la ayuda en países, sectores y contribuciones a organismos internacionales.
Otra de las novedades reside en la inclusión de varios mecanismos de rendición de cuentas. El Gobierno redactará un Informe Anual de Acción Multilateral y aceptará la evaluación de un organismo independiente en las zonas donde se destine la ayuda.
Aunque la Coordinadora de ONG para el desarrollo (CONGD) ha destacado el proceso de elaboración «participativo y abierto» de este plan, también ha lamentado que no explique cómo se va a distribuir la ayuda y que no se cree un sistema transparente y público de rendición de cuentas.
