La ONU solicita a los gobiernos que se esfuercen para prevenir desastres naturales

Casi el 75% de la población mundial está expuesta a un terremoto, un ciclón o una sequía
Por EROSKI Consumer 4 de febrero de 2004

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) ha presentado el informe «La reducción de riesgos de desastres: un desafío para el desarrollo», un análisis realizado tras estudiar los desastres naturales registrados a escala mundial durante el periodo 1980-2000. Con los datos de este estudio, Naciones Unidas ha solicitado a los gobiernos de todo el mundo que trabajen más para prevenir desastres naturales y evitar así que cada año en los países pobres mueran miles de personas.

El informe señala que cada día mueren 184 personas por desastres naturales. Además sostiene que muchos de estos desastres se pueden evitar, a pesar de que en la actualidad casi el 75 por ciento de la población mundial «está expuesta periódicamente a un terremoto, un ciclón tropical, una inundación o una sequía».

Más de 1,5 millones de personas murieron como consecuencia de estos fenómenos naturales entre 1980 y 2000, la mayoría de ellos en la República Democrática de Corea, Armenia, Etiopía, Honduras y Sudán.

Ricos y pobres

Una de las conclusiones del informe afirma que «lo que realmente mata es la pobreza, no las fuerzas de la naturaleza», ya que los datos del estudio reflejan que las tasas de mortalidad son mucho más elevadas en los países pobres que en los ricos, aún cuando la exposición al riesgo sea la misma, es más, tan sólo el 11 por ciento de las personas expuestas a peligros naturales vive en países pobres, aunque más del 53 por ciento del número total de muertes registradas se produce en estas regiones.

Por ello el PNUD ha pedido a los gobiernos que presten más atención y tengan presentes los factores que pueden aumentar la vulnerabilidad ante los desastres, tales como «el crecimiento urbano elevado y desreglado» en zonas expuestas a terremotos. «El riesgo de desastres debería formar parte integral de la planificación para el desarrollo, aspecto particularmente importante durante la reconstrucción posterior a los desastres», resalta el informe. Andew Maskry, coautor del informe y jefe del departamento de Reducción de los Desastres, aseguró que «las consecuencias de los desastres pueden disminuirse considerablemente si los gobiernos se esfuerzan por reducir los riesgos antes de que se produzcan, en lugar de apresurarse a responder después de que el daño se haya producido».

Además de las muertes que suponen estos desastres, también suponen un amplio desembolso económico para estos países pobres. Las consecuencias económicas, combinadas con las consecuencias humanas, pueden ser devastadoras para las poblaciones que ya viven marginadas. Estas pérdidas pueden ser costos directos –daños físicos, carreteras, suministros de electricidad, casas o escuelas–; o indirectos, incluidos los trastornos relacionados con la productividad y la pérdida de ingresos.

Además los efectos secundarios de los desastres pueden tener consecuencias considerables para el desarrollo humano y económico a largo plazo, ya que no sólo afectan al ritmo y al carácter de la acumulación de capital, sino que también pueden desanimar a los inversores ante la expectativa de posibles futuros desastres.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube