La seguridad en la región sudanesa de Darfur, donde ayer tres trabajadores fueron asesinados por una multitud en un campamento de refugiados, registra un continuo deterioro, según denunció hoy el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
«Tres trabajadores que se ocupaban de transportar agua fueron apaleados hasta la muerte el jueves por una multitud en un campamento de desplazados en el área de Zalinge, en el oeste de Darfur», según explicó hoy la portavoz de ACNUR. La misma fuente señaló que «todas las actividades de las organizaciones internacionales están paralizadas por el momento en los campamentos de desplazados de Zalinge».
ACNUR está recabando información sobre ese incidente, que se suma a una ya larga lista de otros sucesos similares ocurridos en las tres últimas semanas, añadió la portavoz, que informó de que esta misma semana las instalaciones de dos organizaciones no gubernamentales fueron atacadas por hombres armados en el área de Yebel Mara, en el norte de Zalinge, y que personal de esas ONG fueron secuestrados por milicianos durante varias horas el miércoles.
La citada fuente indicó que como resultado de ese continuo deterioro de la seguridad en la región sudanesa de Darfur, las misiones de Naciones Unidas en esa área tienen que ser escoltadas por militares de la Unión Africana (UA). Actualmente hay unos 14.000 trabajadores humanitarios que prestan sus servicios en Darfur, una región sudanesa en conflicto desde 2003.
