Las Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC) marcan el presente y el futuro del progreso en todo el planeta. También lo pueden hacer en el modo de potenciar la cooperación y la ayuda para mejorar las condiciones de vida de las personas que viven en los países más pobres. Las nuevas tecnologías, con Internet como abanderada, también son un instrumento muy útil para facilitar la solidaridad y un mejor conocimiento entre los pueblos. Así lo entienden los promotores de los I-Enlaces, una nueva dinámica de cooperación internacional con más de 40 proyectos que unen grupos de Francia, Bélgica, España, Italia y Portugal con otros de Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Nicaragua, Perú y Venezuela.
El I-Enlace engloba dos conceptos. Por un lado, el de la Sociedad de la Información, y, por otro, la cooperación. Sus promotores abogan por que las políticas de apoyo a los países menos favorecidos tiendan a la expansión y asunción de las nuevas tecnologías por la población de esos lugares. Los I-Enlaces asocian a actores de diversa índole: asociaciones, ONG, colectividades locales, centros sociales, establecimientos de enseñanza, organismos de capacitación, colectivos culturales, bibliotecas cooperativas, pequeñas empresas del tercer sector, etc. El principio es sencillo: se necesitan dos grupos como mínimo, uno procedente de Europa y el otro de Latinoamérica. Estos grupos se unen para diseñar de manera conjunta un proyecto común sustentado en la explotación de las herramientas digitales .
Los grupos se unen para diseñar de manera conjunta un proyecto común sustentado en la explotación de las herramientas digitales
Las iniciativas se desarrollan en ámbitos vinculados con la educación y capacitación; inserción profesional y social; acceso a la información; ejercicio de la democracia y de los derechos cívicos; cuidado de la salud, intercambios interculturales; desarrollo local y comercio justo o protección ambiental, entre otros. Todos los proyectos se realizan en el marco de una cooperación equilibrada, en la que cada institución y cada participante están en las mismas condiciones de dar y recibir de manera equitativa. Algunos ejemplos de estos nuevos vínculos son un programa de enseñanza a distancia para jóvenes argentinos con la colaboración del Centro Francés de Educación a Distancia, métodos de promoción de la salud de jóvenes entre Francia y Brasil, el soporte pedagógico para el uso de las TIC en la escuela entre localidades guatemaltecas y francesas o el acceso a la información y ala comunicación gracias a herramientas informáticas adaptadas para personas con discapacidad entre Perú, Francia y Argentina.
La realización de un proyecto concreto común que responda a las necesidades de las organizaciones locales promueve el intercambio intercultural entre los dos socios. Los organismos próximos que cuentan con recursos les ayudan a llevar a cabo el proyecto, asisten a los socios en el proceso de conocimiento, descubrimiento mutuo y cooperación, y proponen a los participantes enlazados que compartan las experiencias y reflexiones críticas acerca de la iniciativa.
La organización francesa VECAM está a cargo de la dirección del proyecto y la animación de la red de los I-Enlaces. Trabaja en colaboración con Acceso (Costa Rica), RITS (Brasil), Soluciones Prácticas-ITDG (Perú) y Novacis (España). Estas ONG, denominadas facilitadoras, brindan apoyo al I-Enlace tanto de tipo metodológico, como técnico y financiero. VECAM cuenta con el apoyo de la Unión Europea en el marco del programa de cooperación con Latinoamérica @lis.
La iniciativa de los I-Enlaces dispone de un sitio en la red que ofrece la posibilidad de colaborar a distancia. Este portal www.ijumelage.org está abierto al público y todos pueden servirse del trabajo que está disponible. Los participantes de la red cuentan con herramientas para preparar sus proyectos, para comunicarse entre ellos y compartir su experiencia. Esta plataforma constituye también un centro de recursos metodológicos para los futuros i-enlazados, que, si se cumplen las expectativas de sus promotores, pueden incluir también a regiones y poblaciones africanas.
La generación de un I-Enlace comienza por lo general con la elaboración de una propuesta de colaboración por parte de una organización. Después, acompañado por alguna de las ONG que participan en este proyecto y que se denominan “facilitadoras”, será necesario elegir un socio entre los propuestos en la red de I-Enlace y acordar con él un proyecto común. Tras una visita a los países de origen de los dos miembros del I-Enlace, se firma una declaración de intenciones que compromete a los dos socios a conducir el proyecto por el periodo de tiempo que han elegido.
El segundo momento del I-Enlace es el montaje del proyecto, en el que se diseña la metodología de trabajo y se busca la financiación. Se aporta a los participantes el equipamiento de herramientas digitales y, si es necesario, las formaciones adaptadas. Los miembros de la organización encontrarán en el sitio web ( www.ijumelage.org) un “espacio proyecto” que se les reserva, dotado con herramientas de comunicación: wikipedia, lista de discusión, espacio de memoria disponible… Estos servicios pueden completarse con mensajería instantánea, telefonía sobre IP y otras herramientas útiles al proyecto.
Todas estas gestiones son acompañadas por los facilitadores que dan consejos y recomendaciones bajo distintas formas: expedientes, entrevistas personalizadas, comunicación por correo electrónico, teléfono… Estas recomendaciones son importantes porque los facilitadores conocen el contexto local y regional del proyecto.
