Una persona muere de hambre en el mundo cada cuatro segundos

Los países ricos destinan la mitad de ayuda al desarrollo que en los años 60
Por EROSKI Consumer 17 de octubre de 2006

Cada cuatro segundos una persona muere de hambre en el mundo. Pese a este macabro dato, los países ricos han reducido significativamente la ayuda a los más pobres. Millones de personas se levantaron ayer contra la pobreza, coincidiendo con el Día Mundial de la Alimentación y en vísperas del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza.

De los aproximadamente ocho millones de personas que mueren de hambre al año, cinco son niños. Según datos de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), 40 países -especialmente en África y Asia- se enfrentan a emergencias alimentarias graves, que requieren ayuda exterior con urgencia. Sin embargo, como denuncia la Alianza Española Contra la Pobreza, «los países ricos destinan, proporcionalmente a su renta, la mitad de ayuda que en los años 60».

La FAO propone más inversión en agricultura para reducir el hambre

En su mensaje con motivo del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, esta coordinadora destaca que mientras en 1990 «la media de Ayuda Oficial al Desarrollo se situaba en el 0,33% del Producto Interior Bruto (PIB) de los países donantes; hoy en día es el 0,25%».

Han pasado ya 40 años desde que la ONU urgiera a los países industrializados a destinar el 0,7% de su PIB para ayudar a los más pobres. Sin embargo, en la actualidad sólo cinco países -Dinamarca, Luxemburgo, Países Bajos, Noruega y Suecia- lo han cumplido. En España, pese al crecimiento en los últimos años, en 2007 únicamente se alcanzará el 0,42%.

Con respecto a los Objetivos del Milenio, la propia FAO ha admitido que no conseguirá reducir a la mitad la pobreza en 2015 y que, al ritmo actual, no se alcanzará este objetivo hasta por lo menos 2150.

Las ONG también denunciaron que el Objetivo del Milenio de erradicar el hambre y reducir a la mitad la extrema pobreza para 2015 «va directamente al fracaso», según confirman los datos publicados por instituciones como el Banco Mundial o el FMI.

Más agricultura

Un año más el Día Mundial de la Alimentación estuvo ayer dedicado a los 854 millones de personas que padecen hambre o desnutrición en todo el mundo. Según la FAO, la cifra total de personas que presentan carencias nutricionales severas que les impiden el desarrollo normal de sus funciones vitales alcanza casi los 3.000 millones de seres humanos.

Y esto sucede en un planeta que produce un volumen de alimentos capaz de alimentar adecuadamente a 12.000 millones de personas, casi el doble de su población. La FAO acuñó el lema «Invertir en agricultura para lograr la seguridad alimentaria», pues el 75% de los hambrientos viven en el medio rural y podrían garantizarse a sí mismos su seguridad alimentaria.

Para conseguir paliar la pobreza es necesaria la inversión en agricultura, ya que sólo aquellos países que han aumentado su inversión en el medio rural han mejorado sus indicadores de lucha contra el hambre, advirtió la organización. Desde la ONU se propone aspirar al objetivo de la soberanía alimentaria, para que los propios países y agricultores puedan decidir qué producir y cómo producir. No deben aspirar a mejorar la productividad ni enfocar la producción sólo para la exportación, sino luchar por el autoabastecimiento y la seguridad alimentaria de la población.

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