China creará sus propios estándares para ordenadores de alto rendimiento porque las compañías extranjeras se niegan a compartir con Pekín su tecnología interfaz, algo que las autoridades del país consideran crucial para la seguridad nacional.
Estos ordenadores, cuyo precio supera los 13.000 dólares por unidad, se usan básicamente para defensa, seguridad de información, exploración petrolera, pronóstico del tiempo, o para investigaciones biomédicas.
«Algunas tecnologías de este tipo están monopolizadas por compañías extranjeras, las cuales se niegan a compartir sus estándares de tecnología de interfaz», señaló Li Jun, director del comité de trabajo sobre estándares de ordenadores de alto rendimiento.
Según Li, «actualmente, la falta de estándares adecuados prolonga el proceso de ensamblaje de los ordenadores de este tipo y la popularización de las tecnologías relacionadas».
Dicho comité establecerá una serie de estándares para las tarjetas de memoria, los sistemas operativos, servidores y otros productos.
