El DivX es un formato de compresión de vídeo que sigue los pasos de su predecesor en el campo musical, el MP3. Éste abrió un nuevo campo en la distribución discográfica y permitió que millones de personas pudieran almacenar miles de canciones en sus discos duros y compartirlas con quienes quisieran. Ahora, con el DivX se pueden realizar copias de seguridad de DVDs o grabaciones caseras en el tamaño de un CD, lo que facilita el intercambio entre los usuarios de banda ancha y pone en alerta a Hollywood.
Útil
El DivX es un sistema que reduce el tamaño de los archivos de vídeo sin una merma considerable en su calidad. Existen versiones para Windows, Macintosh y Linux, lo que no limita su uso a una plataforma concreta. “Consiste en un algoritmo matemático que analiza la imagen y elige qué frame (fotograma de vídeo) coger, entre otros aspectos, para disminuir el archivo”, define Fernando Magnet, creador y director de la web DivX-Deux.com. Permite, por ejemplo, a partir de una película en DVD, que ocupa varios gigabytes (un gigabyte son 1.024 megabytes), hacer una copia de menor calidad (pero suficiente para su visionado) que cabe en un CD-ROM de 700 megabytes. Por lo tanto, es muy adecuado para manejar en el ordenador películas, programas de televisión o grabaciones caseras y compartirlas por Internet.
Aunque su apariencia externa sea similar, un CD y un DVD son tecnológicamente muy distintos (en el primero caben 700 megas y en el segundo varios miles), y requieren de lectores diferentes (un lector de DVD puede reproducir un CD, pero no a la inversa). El DivX, al igual que el MP3, cambia lo que ocupan los archivos de vídeo y música, pero pueden ser grabados en CDs, DVDs o vetustos disquetes. Pero, si comprimiendo se consigue que una película quepa en un CD, ¿para qué usar un DVD cuyos lectores y grabadores son más caros y menos ubicuos?
Gracias a este formato, intercambiar películas se ha convertido en algo asequible a las personas con conexión a Internet de banda ancha, aunque todavía estas velocidades no son mayoritarias en nuestro país. Según la encuesta del Instituto Nacional de Estadística sobre uso de tecnologías de la información en las viviendas, correspondiente al segundo trimestre de 2003, sólo son el 24,2% de todos los hogares conectados en España. Para el resto, la gran mayoría que utiliza modem de 56 kilobits, compartir filmes por Internet es prácticamente imposible (casi día y medio de conexión por película).
Cualquiera de los programas que reproduzcan vídeos -Windows Media Player, Real One, Power DVD 5, etc.- sirve para ver archivos DivX en el ordenador, pero para ello hace falta instalar los convenientes filtros descompresores. Por ejemplo, se puede utilizar el FFDShow que sugiere Fernando Magnet. También se ofrecen en la Red, reproductores pensados exclusivamente para este formato.
¿Cómo convertir a DivX?
En Internet se encuentran muchos programas para trasladar a DivX la cinta de vídeo grabada en la cámara casera o un film. El primer paso es volcar el contenido del DVD al disco duro. Si el DVD es casero, no habrá mayor problema, pero si es comercial (en cuyo caso sólo lo podremos hacer si deseamos realizar una copia de seguridad de un vídeo de nuestra propiedad) es imprescindible eludir el sistema anticopia que incorporan todos los DVDs y que vulnera el derecho a la copia privada.
Este paso se debe en gran medida al noruego Jon Johansen, conocido como “DVD Jon” desde que hizo saltar por los aires mediante el programa DeCSS la protección anticopia con que los fabricantes habían protegido al DVD. Johansen no creó este sistema para copiar películas, sino que lo hizo para poder ver los DVDs en ordenadores con el sistema operativo Linux, aunque eso no ha impedido que, desde entonces, los grandes estudios de cine le hayan demandado varias veces. Hasta ahora siempre ha sido declarado inocente.
A pesar de que el DeCSS fue el primero, en la actualidad los expertos recomiendan otros programas más avanzados como el DVDDecrypter para trasladar los datos al disco duro. El siguiente paso es reducir el tamaño del archivo resultante con el DivX. En este punto conviene analizar qué se prefiere: comodidad en el proceso o mejores resultados.
En el primer caso, recomendado para los principiantes, lo mejor es optar por programas que integren los diferentes pasos que se deben seguir. “Como el Dr. DivX (de pago, con periodo de prueba de 15 días) o el Auto GK”, indica Fernando Magnet. Por el contrario, si se elige para cada parte del proceso un programa específico, las imágenes y el sonido tendrán mejor calidad. Existen muchísimas herramientas tanto individuales como agrupadas, como se observa, por ejemplo, en la página oficial www.divx.com. “Pero la realidad es que ningún usuario medio consigue apreciar la diferencia entre una misma película obtenida por estos dos procesos”, señala Magnet.
Las opciones cuando se utiliza el DivX son muchas y el internauta experto dispone de muchos parámetros modificables. Sin embargo, a grandes rasgos, la compresión funciona igual que con el Mp3. Se trata de calcular la mayor tasa de bits por segundo o bitrate que se pueda establecer para que quepa en el espacio deseado. Cuantos más bits, mayor calidad tendrá el archivo final. Aunque se tiene que tener presente que se disminuye el tamaño de la imagen, pero también del audio, y estos dos elementos se pueden combinar de diferente forma, adecuándolo a las preferencias particulares. Este tema depende de muchos factores. “A mí me gusta el sonido Dolby Digital (5.1), que ocupa en el DVD 350 Megabytes y convertido a Mp3, 90 o 100. Entonces si quisiera trasladar el DVD a un solo CD dejaría muy poco espacio a la imagen, y por eso lo suelo pasar a dos CDs, utilizando unos 1200 kilobits por segundo (kbps). Si se quiere meter una película en un solo CD, debe tener un mínimo de 750 u 800 kbps”, explica Magnet.
Historia
Así como el DVD se basa en el MPEG-2, este formato de compresión nació a partir de un codec desarrollado por Microsoft bajo el estándar MPEG-4. La empresa de Bill Gates lo retiro del mercado, pero Gej, un ingeniero francés cuyo nombre real es Jerome Rota, y Max Morice observaron que les era útil para pasar sus grabaciones al ordenador. Y modificaron el código. Así nació el DivX.
Este primer programa era ilícito. Para legalizarlo surgió el Project Mayo, en el que varios programadores trabajaron para reescribir el código. Pero el siguiente codec, el DivX 4, no llegaría hasta que Gej y un estadounidense que vislumbró el posible negocio cambiaron de idea y crearon la empresa DivX Networks. El programa ha sido gratis hasta que se lanzó al mercado DivX 5 en 2002, en el que se empezó a cobrar la versión Pro -una cantidad por programa o bien sin cargos para el usuario, que introduce programas espía publicitarios-, aunque se mantuvo sin coste alguno la básica.
Esto provocó una reacción desde el campo del software libre con el Xvid, un programa también basado en MPEG-4, pero de código libre y que se realiza con la colaboración desinteresada de programadores de todo el mundo. “Xvid es una opción óptima -opina Magnet- tan buena comprimiendo como DivX y además gratuita, pero es más difícil de utilizar. El consejo es que se empiece por DivX, que presenta un aspecto mucho más amigable, de esta manera se acabará utilizando Xvid., que se encuentra a punto de sacar su primera versión estable, la 1.0″, informa”.
Magnet revela que cada vez que se descarga un codec basado en MPEG-4 se debe pagar en concepto de licencia 1 dólar. Por eso DivX Networks tuvo que recurrir al cobro. Para poder seguir siendo gratuito, “Xvid utiliza un truco: ofrecer el código fuente sin compilar -es decir, sin traducir al lenguaje de la máquina- pero luego, algunas personas lo compilan y lo comparten por Internet, eludiendo el pago de la licencia”, explica.
Intercambio y TV
El DivX ha logrado situarse como el estándar de referencia cuando se desea comprimir un archivo de vídeo. Según datos de DivX Networks, tiene más de 75 millones de usuarios en el mundo. Además, ha provocado un aumento del intercambio de películas por Internet a través de programas P2P (de particular a particular), aunque todavía no de la dimensión del que ocurre con la música, debido al tamaño de las películas (700 o más megabytes) y la escasa penetración actual de las conexiones de banda ancha.
Aun así, se observa que cada vez se comparten más películas y archivos de vídeo en programas de intercambio como Emule, Shareaza o BitTorrent, entre otros. Se apoyan en redes de páginas web con enlaces a descargas, lo que facilita la búsqueda y permite bajar desde varias fuentes, lo que incrementa la velocidad.
Al igual que con el Mp3 surgieron reproductores portátiles y también fijos, el DivX también ha llegado hasta los equipos destinados a la televisión. Paulatinamente, las marcas empiezan a lanzar sus reproductores DVD con capacidad para leer los formatos DivX o Xvid. Es conveniente buscar aparatos que permitan actualizar el programa de lectura (firmware) para evitar que el equipo se quede obsoleto y no pueda visualizar las películas comprimidas con las últimas versiones del DivX.
“En estos reproductores es más importante el chip que la propia marca”, considera Fernando Magnet. “Existen 3 tipos, según el chip que lleven”, continúa:
- “Chip de Sigma Design: fue el pionero a finales de 2002 y ha copado gran parte del mercado. Tiene limitaciones para descomprimir por hardware, ya que se requiere una potencia que no tiene para ejecutar algunas opciones. Por ejemplo, no se pueden visualizar películas que empleen la opción QuarterPixel.
- Chip de ESS Vibrato: es el chip más capaz, con menos problemas que el de Sigma, aunque siguen sin poder verse películas con QuarterPixel.
- Chip de MediaTek: surgido hace 2 meses aparece como el chip más avanzado en la actualidad. Reproduce todos los sistemas conocidos, incluido el QuarterPixel.”