Cibercensura: contra la libertad de expresión online
El método tradicional de control en los estados dictatoriales se ha impuesto sobre la Red en varios rincones del mundo: China, Cuba y los Emiratos Arabes
- Autor: Por Marta Peirano
- Fecha de publicación: miércoles 12 julio de 2006

Internet supone una
ventana abierta a la libertad de expresión para todos los
seres humanos; la entrada a un mundo donde nadie pone barreras al
conocimiento y donde cada uno elige hasta dónde quiere saber
sobre los más variados temas. Estas carácterísticas
hacen de la Red un instrumento peligroso para los regímenes
dictatoriales, que basan su poder en el control y la ignorancia de
las personas. La cibercensura, liderada por China, se está
convirtiendo en problema grave en algunos países y en una
tentación para ciertos gobiernos democráticos.
China, la censura descentralizada
Según el
diccionario de la Real Academia Española, la
censura es una intervención. En esos términos, todos
los gobiernos censuran cuando regulan los límites del espacio
público con el Código Legal. La ley establece que no se
pueden decir mentiras ni obscenidades sobre un tercero, disponer de
su intimidad o insultar al prójimo. Son las vicisitudes de la
vida en sociedad.
Pero la ley, cuando se
aplica en democracia, también defiende el derecho del
individuo a expresar su opinión sin represalias. Según
la Declaración Universal de los Derechos Humanos: “Todo
individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de
expresión; este derecho incluye el no ser molestado a causa de
sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones,
y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por
cualquier medio de expresión.”
Lo que tradicionalmente
se entiende como censura es la intervención del poderoso sobre
ese derecho cuando su ejecución no infringe los derechos de
los demás. Es un método tradicional de control en los
estados dictatoriales que se ha impuesto sobre la Red en varios
rincones del mundo: China, Cuba y los Emiratos Arabes.
Desde hace una semana,
los internautas chinos han perdido el acceso a Google, que ha sido
sustituido por su homónimo chino (Google.cn) y anula el
resultado de búsqueda de ‘contenido sensible’, como
“independencia de Tibet”, “matanza de Tiananmen”
o “derechos humanos”.
A nivel internacional,
ha sido la gota que colma el vaso, pero el organigrama de vigilancia
que mantiene el Gobierno chino es mucho más complejo y se
desgrana por zonas donde la censura es ejercida por el funcionariado
local. Ben Lehman, diseñador
de videojuegos residente en Shangai, decribió
la situación con estas palabras:
“Muchos
extranjeros ven China como una nación monolítica, pero
el Gobierno central ejerce, en realidad, muy poco control directo. La
mayor parte de las cosas (incluyendo la censura) están
completamente en manos de los funcionarios locales”.
mayor parte de las cosas (incluyendo la censura) están
completamente en manos de los funcionarios locales”
Lehman,
relata su experiencia en el país en relación con la
cibercensura asegurando que “hay sitios a los que puedo
conectarme desde mi barrio en Shanghai y en cambio no puedo desde
una cafetería del centro”. De la misma manera, según
el internauta se va moviendo por provincias o condados, encuentra
nuevos listados de sitios censurados. “Blogspot es inaccesible
en la mayor parte del país, pero está disponible en el
Shandong rural”, explica Lehman.
“Google
y Gmail están disponibles en la mayor parte de sitios?”,
prosigue, “hasta que el ‘comisario’ del barrio se
levanta con el pie izquierdo de la cama y decide ‘apagarlos’
durante una semana”. En algunas partes del país a todo
lo que se puede acceder es a QQ y Sina.com; ni siquiera se puede
visitar la página oficial del Gobierno.
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