El peligro de las extensiones ocultas

Algunas de las opciones del sistema operativo Windows contribuyen a dejar a los usuarios sin toda la información necesaria
Por EROSKI Consumer 16 de junio de 2005

A la hora de proteger los ordenadores de virus y otros ataques, la desinformación es tan peligrosa como el descuido. La recomendación más habitual es la de instalar un cortafuegos y un programa antivirus. Sin embargo, algunos de estos programas tienden a la sobreprotección, y no informan a los usuarios de qué les está pasando. Un ejemplo es el cortafuegos incorporado en Windows XP, que llega a impedir las operaciones habituales, como abrir cualquier tipo de archivos adjuntos en el correo electrónico o descargar un archivo de una página web.

Lo mejor es dedicar unas pocas horas a informarse sobre la seguridad informática y tomar algunas medidas preventivas, pero con conocimiento de causa. Reconocer a los archivos por su nombre es un buen comienzo.

El peligro de las extensiones ocultas

Cuando un desconocido llama a una puerta ajena, no dice simplemente su nombre de pila, sino que intenta identificarse mejor, añadiendo por ejemplo su apellido y algún otro dato que le identifique.

Los archivos de ordenador también tienen «apellido». En el caso de Windows, son tres letras separadas por un punto que aparecen después del nombre, a las que se conoce como «extensión». La extensión permite distinguir de qué tipo de archivo se trata. Por ejemplo, «noticias.doc» es un archivo de texto de Word, mientras que «cuentas.xls» es una hoja de cálculo de Excel. Los archivos que contienen un programa ejecutable terminan en .exe, como «notepad.exe».

Los archivos ejecutables presentan un riesgo, ya que los virus los infectan y los utilizan para causar daños y propagarse. Sin embargo, los archivos de datos son inofensivos. Por ejemplo, es imposible que un archivo de imagen terminado en .jpg contenga un virus. Uno de los problemas del sistema operativo Windows es que oculta las extensiones de los archivos, y al hacerlo priva de esta importante información al usuario.

Al ocultar las extensiones el archivo de imagen «Pamela.jpg» aparecerá simplemente como «Pamela». El peligro es que «Pamela.jpg.exe», que es un programa ejecutable y podría contener un virus, aparece como «Pamela.jpg». Si alguien lo recibe como un archivo adjunto a un mensaje de correo, y lo abre pensando que es una foto, el daño ya está hecho.

Mostrar las extensiones es sencillo. Basta seguir estos pasos:

  1. Abrir el explorador de archivos de Windows, o cualquier carpeta de archivos,
  2. En el menú Ver, seleccionar Opciones de carpeta.
  3. En la lista de opciones, hay que desactivar la opción Ocultar las extensiones de archivo para tipos de archivo conocidos.
  4. Hacer clic en Aceptar.

A partir de ese momento, las extensiones de los archivos serán visibles. Estas son las que corresponden a archivos ejecutables, y de las que hay que sospechar si aparecen en el correo de parte de un desconocido:

  • .exe: son los archivos ejecutables, la opción más evidente.
  • .src: son protectores de pantalla de Windows, pero también se ejecutan y pueden albergar un virus.
  • .pif: archivos de configuración para ejecutar archivos de DOS desde Windows.
  • .bat: son archivos de texto, pero pueden llamar a otros programas ejecutables desde DOS.
  • .com: son archivos ejecutables de DOS.
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