Investigadores malagueños diseñan una pantalla táctil para invidentes

Permitirá a las personas ciegas leer textos e interpretar gráficos e imágenes
Por EROSKI Consumer 12 de febrero de 2003

Dos investigadores malagueños, Fernando Vidal y Rafael Navas, profesores del Departamento de Electrónica de la Universidad de Málaga, han diseñado una pantalla táctil que permitiría a las personas ciegas reconocer no sólo textos, sino también gráficos e imágenes a través de los relieves que se formarán en su superficie. De este modo, los invidentes podrían disfrutar de todas las posibilidades que ofrecen las Nuevas Tecnologías. No en vano, el ordenador se ha convertido en un instrumento cotidiano absolutamente necesario para muchas personas con minusvalías visuales.

El proyecto, que aún se encuentra en su primera fase de investigación, consiste en una pantalla formada por una serie de puntos realizados a partir de un microtubo con un extremo rígido y el otro flexible. «El efecto se produce cuando el líquido que contiene (acetona) entra en ebullición y el vapor generado aumenta la presión deformando el extremo flexible, en un proceso que se controla electrónicamente», explican Fernando Vidal y Rafael Navas. Esta reacción favorece la creación de relieves en la superficie de la pantalla, «que serán las formas que percibirán los invidentes a través del tacto», comenta Vidal.

A cámara lenta

El investigador añade, sin embargo, que los invidentes percibirían imágenes en movimiento «pero en pocos segundos y a cámara lenta, y no podrían interpretar los colores». Además, señalan que este prototipo sólo permitiría a los invidentes «reconocer las figuras que se distribuyan en 4×4 puntos, que es el tamaño del modelo». En este sentido, los investigadores manifiestan que «lo ideal sería hacer pantallas a tamaño completo para que la persona ciega pueda recibir mucha más información».

Este sistema ya existe en el mercado, pero la tecnología utilizada es diferente, y «se basa en muchas bobinas, cada una de ellas con un núcleo que se desplaza, y son precisamente las formas que los invidentes perciben con el tacto», comenta Fernando Vidal. Uno de los inconvenientes que tiene esta pantalla a tamaño completo es el elevado coste (unos 60.000 euros) y su resolución, ya que es demasiado baja y lenta.

Los investigadores coinciden en señalar que el prototipo en el que trabajan «es preliminar» y que el modelo más avanzado tardará en ver la luz al menos dos años.

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