La Comisión Europea anunció ayer que ha expedientado a la Confederación Internacional de Sociedades de Autores y Compositores (CISAC) y a sus miembros en el Espacio Económico Europeo -en el caso de España, la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE)- por prácticas restrictivas en la venta de licencias para descargar música en Internet y para otros nuevos formatos como las retransmisiones por cable o por satélite.
Las sociedades afectadas tienen ahora dos meses para defenderse por escrito del dictamen motivado enviado por la Comisión, y pueden pedir una audiencia oral para exponer sus argumentos. Después de escucharlos, el Ejecutivo comunitario tomará una decisión definitiva, que podría concretarse en multas por abuso de posición dominante.
Bruselas considera que algunos aspectos de los contratos de cesión de derechos de música para Internet, cable o satélite infringen la prohibición de prácticas restrictivas recogida en el Tratado de la Unión. Especialmente, la obligación para los autores de transferir sus derechos sólo a su sociedad nacional, sea cual sea la explotación que se haga a continuación.
La Comisión censura las restricciones territoriales, que obligan a los usuarios a obtener una licencia sólo de la empresa de gestión de derechos de su misma nacionalidad y limitada al territorio doméstico. Estos acuerdos crean, a su juicio, un «efecto red» que consolida el «monopolio de facto» de las sociedades de autores en sus respectivos territorios nacionales e impiden la entrada en el mercado de otras empresas de gestión de derechos de propiedad intelectual.
Para evitar este tipo de prácticas restrictivas, el Ejecutivo comunitario recomienda a la industria musical que cree una licencia única europea para la descarga de música «online». El objetivo sería, además de superar la fragmentación en los mercados nacionales, luchar contra la piratería y recuperar el terreno perdido respecto a EE.UU. en este área de negocio.
