Una nueva sentencia judicial rechaza la aplicación del canon digital, que el Gobierno suprimirá y sustituirá por un gravamen que sufragarán todos los contribuyentes. Un juez ha eximido a una tienda de informática barcelonesa de pagar más de 18.000 euros a la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) correspondientes al canon, tras considerar que la sociedad de gestión ha hecho «una aplicación indiscriminada e injustificada» de esta tasa que grava posibles copias de productos protegidos por la propiedad intelectual.
Este fallo da la razón a la empresa informática, que basaba su defensa en que la SGAE no podía acreditar que los soportes o materiales vendidos -CD, grabadoras, DVD y reproductores de MP3- se utilizaran para copiar obras protegidas. La sentencia, apoyada por la interpretación del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TUE), señala que el método utilizado por la SGAE para determinar las adquisiciones de material entre 1999 y 2004 impedía distinguir los productos vendidos a particulares de los vendidos a empresas o profesionales, por lo que ha considerado «indiscriminada» la aplicación del canon. En función de este criterio, la tienda barcelonesa Padawan resultó absuelta el año pasado de pagar el canon.
El caso llegó a la Audiencia después de que la empresa perdiera un juicio en primera instancia. Si bien antes de la era digital esta tasa recaía básicamente sobre la copia privada (uso particular), ahora los soportes tienen un uso más generalizado «y constituyen instrumentos de trabajo destinados a almacenar documentos propios, comerciales, empresariales o profesionales, ajenos a la copia privada de obras protegidas por derechos de propiedad industrial», según el magistrado.
El gravamen universal que sustituirá al canon saldrá, según fuentes ministeriales, de una partida de los Presupuestos Generales del Estado que se pactará con las entidades de gestión y ascenderá a una cifra de entre 37 y 42 millones de euros.
