El experto en Medicina Aeroespacial y miembro de los Servicios Médicos de Iberia, José María Pérez Sastre, ha alertado del incremento significativo del número de pasajeros que se comporta durante un vuelo de manera alborotadora, subversiva o agresiva, también llamados pasajeros alborotadores, o que sufren el denominado síndrome de la rabia aérea.
Estos casos, «si bien son infrecuentes», se están tomando en consideración por parte de las compañías aéreas «debido a los graves problemas que pueden ocasionar a bordo de un avión», informaron fuentes de Iberia. Concretamente, esta compañía registró trece casos de incidentes graves en sus vuelos en el periodo comprendido de agosto a diciembre de 2000. En otras compañías los datos muestran un incremento elevado de los casos del síndrome de la rabia aérea.
Según explica el propio doctor Pérez Sastre en un artículo publicado en la revista OPS, la falta de espacio en la cabina, las diferencias entre lo prometido y la realidad del vuelo, la prohibición de fumar, las restricciones en el equipaje de mano y el consumo de alcohol y drogas podrían ser las causas principales que desencadenan desde la irritación a la ira de los pasajeros.
Otras causas reseñadas son la ligera deshidratación de los pasajeros por la baja humedad, la exposición a bajos niveles de hipoxia en la cabina presurizada o el espacio reducido entre los asientos. Por su parte, el cirujano de vuelo Donato J. Gordillo sostiene que la ansiedad combinada con el alcohol puede convertir a un viajero normal en uno conflictivo.
En este sentido, el presidente de honor del Instituto Iberoamericano de Derecho Aeronáutico, del Espacio y de Aviación Comercial, Enrique Mapelli, considera que entre las causas de la violencia e indisciplina a bordo de los aviones están el hecho de que la sociedad actual «sea menos educada y más agresiva».
Según indica este experto en la Revista Brasileña de Derecho Aeroespacial, «las agresiones de carácter sexual o el acoso son una de las causas más frecuentes relacionadas con el mal comportamiento a bordo». Asimismo considera que la ira es «una emoción humana y normal e incluso puede ser una respuesta adaptativa de supervivencia ante una amenaza o peligro».