Entrevista

María José Tribó, Adjunto del Servicio de Dermatología del Hospital del Mar, de Barcelona

«Las dinias se curan en un 75% de los pacientes, pero se puede tardar entre 5 y 18 años»
Por Clara Bassi 3 de septiembre de 2007
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Las dinias, término que significa dolor, son enfermedades poco conocidas que afectan a las mucosas como bucal o genital de hombres y mujeres, que provocan intenso dolor o sensación de quemazón, incidiendo gravemente en la calidad de vida de los afectados. Sin causa conocida ni tampoco lesión visible que explique los síntomas, algunos estudios las relacionan con el estrés o la ansiedad. En general, ellas son las más afectadas y, con frecuencia, pasan años hasta que se les diagnostica. Una vez se llega al diagnóstico, un alto porcentaje de casos se curan pero se requiere tiempo, según María José Tribó, especialista en dermatología psiquiátrica del Hospital del Mar, perteneciente al Instituto Municipal de Asistencia Sanitaria (IMAS), de Barcelona.

¿Qué son las dinias y cuántos tipos existen?

Las dinias son enfermedades que se caracterizan por escozor, quemazón, ardor e inflamación. Todos estos síntomas pueden ocurrir en la vulva, el ano, la boca o el pene. En cualquier parte del cuerpo donde haya mucosa. Se llaman orodinias cuando afectan a toda la boca -también conocido como síndrome de la boca urente- o glosodinia, cuando sólo afectan a la lengua. Si afectan a la vulva, se denominan vulvodinias; al ano, anodinias; y al pene, penidinias. Las más frecuentes son las que se presentan en la mucosa de boca y vulva.

Entonces, ¿son más frecuentes en mujeres?

Sí, son más frecuentes en mujeres -la vulvodinia y la glosodinia-, aunque la prevalencia no está bien descrita: en algunos estudios se cifra que la proporción es de cinco mujeres frente a un hombre y, en otros, de tres a uno. Lo que está claro es que son más frecuentes en mujeres.

¿Por qué?

Como ocurre con la fibromialgia y otros dolores, el factor hormonal es muy importante. Las dinias suelen aparecer en una proporción significativa en la perimenopausia (etapa que comprende seis años antes hasta un año después de la menopausia), en la franja de edad que va de los 40 a los 60 años. La vulvodinia aparece con más frecuencia en la franja de edad de los 45 a los 55 años, mientras que la glosodinia es más típica de una mujer mayor posmenopáusica.

¿Hay otros factores de riesgo que predispongan a sufrirlas?

Sí, hay factores predisponentes. En el caso de la vulvodinia, un factor de riesgo son las infecciones por candida (candidiasis), por herpes simple, alergia de contacto al preservativo, alergia irritativa relacionada con el uso de compresas o relación sexual insatisfactoria, básicamente por dolor. En cambio, los metales, prótesis o implantes tienen un papel muy importante como factores de predisposición para sufrir glosodinia. Siempre tiene que haber alguna manipulación de la boca (en la glosodinia) o una relación sexual (en la vulvodinia) en que la causa del dolor no esté clara. Algunas mujeres tienen el orificio de la vagina muy pequeño y esto puede favorecer el dolor.

Aparte de estos factores de riesgo que ha mencionado, ¿existe alguna población de riesgo?

No, no hay población de riesgo. Como pasa con las enfermedades neuropáticas o los trastornos psicosomáticos, en países en desarrollo no existen dinias. He conseguido demostrar que el 75% de las vulvodinias tienen un trastorno psicosomático asociado.

¿Qué trastorno?

Las dinias, que en un 75% están asociadas a un trastorno psicosomático, son más frecuentes en mujeres de los 40 a los 60 años

Depresión, ansiedad, estrés, lumbalgia, fibromialgia -en general todas las algias más comunes- y que afectan a las mujeres en el periodo pre y posmenopáusico.

Vaya, entonces ¿estamos hablando de enfermedades frecuentes?

Si, y a veces es un cuadro grave. He registrado un total de 170 vulvodinias. Entre el 2% y el 10% de las visitas en la consulta de ginecología son vulvodinias.

¿Tardan mucho en diagnosticarse?

Muchísimo: dos, tres, hasta cuatro años. Puede diagnosticarse, por ejemplo, un episodio de infección por candidas (candidiasis) que interfiere con el diagnóstico de la vulvodinia. La paciente es sometida a biopsias, cultivos, derivarla al servicio de urología, de ginecología y al médico de cabecera hasta que, finalmente y después de largo tiempo, se le da el diagnóstico de vulvodinia.

¿A qué especialista hay que ir en caso de sospecharla?

En principio, se suele consultar al ginecólogo pero también se puede derivar al dermatólogo, neurólogo y a las clínicas del dolor. El dermatólogo suele ser quien visita a las personas afectadas por problemas en la mucosa. Normalmente, dentistas y ginecólogos no están acostumbrados.

Y ¿al psiquiatra?

Al psiquiatra también, porque son patologías que no están claramente definidas y frecuentemente se tratan con psicofármacos, aunque también se toman otras medidas.

¿Se curan estas enfermedades?

Si, el 75% de los pacientes llegan a curarse, pero se puede tardar entre 5 y 18 años. Para regenerar la mucosa atrofiada se requiere un tratamiento muy largo.

¿Cuáles son las líneas de investigación actuales en dinias?

La única línea de investigación, hoy por hoy, está centrada en las vulvodinias. No obstante, se estudia el déficit de vitamina B12, el ácido fólico, el azúcar y la diabetes, que parece que pueden estar relacionados con la glosodinia. En el caso de la vulvodinia, se analizan los cultivos para comprobar que no existan parásitos en las heces.

¿Puede aparecer en brotes?

Sí, aunque depende de los pacientes. Algunos presentan un brote más doloroso y constante y otros, episodios intermitencias. Hay un tipo de sintomatología que se caracteriza por ser suave por la mañana e ir creciendo a lo largo del día, hasta volverse insoportable durante la tarde; un segundo tipo en que esta sintomatología es lineal; y un tercero en que es intermitente. Con el tratamiento lo que se intenta es espaciar la aparición de los síntomas; si el periodo entre brotes se aplaza 15 días, ya es una mejora importante.

Pero ¿es tan grave como para que las personas afectadas necesiten la baja laboral?

Sí, sobre todo en el caso de las vulvodinias. Las glosodinias suelen afectar a mujeres más mayores que posiblemente ya no están en el mercado laboral. Pero el perfil de las afectadas de vulvodinias es una mujer de 45 a 55 años, con un nivel cultural medio-alto, que trabajan como secretarias, psicólogas o catedráticas, entre otras. No suelen ser amas de casa. Y la baja laboral es necesaria. Además, también presentan dispareunia (relaciones sexuales dolorosas) que no les permite mantener relaciones sexuales ni hijos. Esto perjudica la relación de pareja, sobre todo, a mujeres jóvenes.

TRATAMIENTO
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Imagen: Vanessa Pike-Russell

Un alto porcentaje de las vulvodinias tiene un trastorno psicosomático asociado. De ahí que se utilicen psicofármacos, como los inhibidores de la recaptación de la serotonina y de la noradrenalina y algunos tipos de ansiolíticos para tratar estos trastornos, aunque también se aplican otras medidas. Se deben retirar todos los tratamientos tópicos, el uso de espermicidas y otros productos irritativos. En este sentido, se deben utilizar compresas y protegeslips que no sean de algodón, y poca cantidad de jabón y agua para la higiene de la región vulvar.

Cuando las dinias afectan a la boca, hay que realizar pruebas de alergia a la persona afectada y comprobar a qué tipo de metales es sensible. «Los metales desprenden partículas que interfieren con la saliva y que generan una reacción química», explica María José Tribó. En los casos en que se observe una reacción, el dentista debería derivar al paciente a la consulta del dermatólogo donde se le pueden realizar pruebas epicutáneas. Habitualmente, el titanio es un buen metal y no suele dar problemas. Sin embargo, el paladio, el níquel e, incluso, el oro están relacionados con casos de alergia en la boca. Cuando esto ocurre, hay que retirar la prótesis dental, según Tribó.

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