Comer en familia: un hábito saludable

Comer en familia impide que los niños abusen de alimentos poco saludables y es el mejor escenario para que aprendan hábitos alimentarios correctos
Por José Andrés Rodríguez 10 de octubre de 2012
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Imagen: Aidan-Sally

Niños que comen solos mientras ven la televisión. Niños que comen solos en la cocina mientras sus padres realizan otras tareas. Niños a quienes se les permite comer en su habitación sin compañía… Todos ellos tienen más riesgo de sufrir trastornos alimentarios o sobrepeso. Por el contrario, los niños que comen en familia por lo menos tres veces por semana disminuyen en un 32% el riesgo de padecer un trastorno alimentario y en un 15% la posibilidad de ser obesos, según datos de Pilar Gómez Enterría, coordinadora del área de Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), presentados durante el congreso de esta sociedad celebrado este año. A continuación se explica por qué es importante ofrecer un buen ejemplo nutricional a los niños y cuál es el papel de los abuelos en la alimentación de los pequeños.

Un buen ejemplo nutricional para los niños

Cuando los niños comen solos es más sencillo que sigan hábitos poco saludables: ingieren menos frutas y verduras, abusan de alimentos procesados y azucarados, les cuesta más comer el pescado… En cambio, si los niños se sientan a la mesa con la familia, los padres o los abuelos insisten hasta conseguir que mantengan costumbres adecuadas, como acabar todas las verduras del plato y tomar de postre una manzana, en lugar de un helado, o comer en el desayuno tostadas con pavo, en lugar de bollería industrial.

Comer en familia incluye hacer la compra y preparar los alimentos con ayuda de los niños

Además, junto con lo anterior, es importante tener en cuenta que comer en familia empieza antes de sentarse a la mesa. Los expertos aconsejan involucrar a los niños en el momento de hacer la compra y preparar los alimentos. De este modo, se consigue que los pequeños interioricen un modelo nutricional sano.

Cada vez más investigaciones señalan los beneficios de comer en familia. Según una revisión de estudios sobre hábitos alimentarios de los niños llevada a cabo por investigadores de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign (Estados Unidos), los niños que comían con sus familias de manera habitual eran un 24% más propensos a ingerir alimentos saludables que los niños que rara vez comían acompañados por sus padres o abuelos. En concreto, los pequeños que compartían ese momento con la familia tres veces o más por semana eran un 20% menos propensos a escoger alimentos no saludables, como la bollería industrial.

Las claves de los efectos positivos que la comida en familia tiene en la alimentación de los pequeños podrían ser, según los investigadores, el ejemplo saludable que transmiten los adultos con sus buenos hábitos y la posibilidad de que estos frenen a tiempo las tentaciones de los niños.

El papel de los abuelos en la alimentación de los pequeños

Para muchos padres no resulta sencillo comer con frecuencia con sus hijos. Hoy en día, muchos progenitores trabajan todo el día y la responsabilidad de cuidar a los niños recae, en buena parte, en los abuelos. Un informe de la Obra Social Caja Madrid, titulado «Abuelos y abuelas… para todo: percepciones en torno a la educación y el cuidado de los nietos», asegura que la mitad de los abuelos españoles cuida a sus nietos cada día y que un 22% de ellos dedica a ese cuidado más de siete horas diarias. Así que los abuelos juegan un papel fundamental en la alimentación de los más pequeños de la casa.

La Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética (FESNAD) ha presentado este año el primer Estudio sobre la Influencia de los Abuelos en la Alimentación de los Niños, una encuesta sobre hábitos alimenticios realizada a 404 personas mayores de 60 años. Una de las conclusiones más relevantes es que el 64% de los abuelos se encargan de manera habitual de preparar la comida a sus nietos.

Del informe se desprende también que muchos de ellos están preocupados por la alimentación de los pequeños, ya que el 67% cree que estos no tienen una dieta completa y abusan de la carne y los lácteos. En paralelo, más del 50% de los abuelos comen tres piezas de fruta al día y verduras, tres veces por semana. Son un buen modelo para sus nietos, a quienes dan fruta de forma habitual, según el 71% de los abuelos encuestados.

La obesidad infantil en España

El problema de la obesidad infantil en España es cada día más grave. La Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) ha revisado los dos estudios más importantes sobre la obesidad en los niños españoles (enKid y ALADINO) e indica que el 44,5% de los pequeños tiene exceso de peso.

Su análisis señala que en la actualidad el sobrepeso es mayor en niños que en niñas y que su prevalencia se incrementa en quienes siguen una vida sedentaria. Otro dato preocupante es que la incidencia de la obesidad y el sobrepeso registra un aumento. España es el tercer país de la Unión Europea con una mayor proporción de niños con exceso de peso, solo por detrás de Italia y Chipre.

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