Juegos y actividades para que los niños aprendan a obedecer

Juegos populares, como el del semáforo o el de la silla, sirven para inculcar en los pequeños el valor de la obediencia
15 de febrero de 2023. Este artículo de Cristian Vázquez también fue publicado en nuestra web el 29 de junio de 2015
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Imagen: romrodinka

La obediencia en los niños es un valor muy importante. Si no respetan las indicaciones de sus mayores, no solo pueden meterse en problemas, sino que además se puede propiciar un ambiente de frecuentes berrinches y rabietas, que genera malos momentos tanto para los pequeños como para los padres. En este artículo se explican cinco actividades para educar al niño en la obediencia, desde cuentos y juegos populares hasta el uso de una tabla de puntos y un momento del día para que mayores y pequeños realicen las tareas menos agradables.

La obediencia de los niños a sus padres

El objetivo de que los niños se porten bien no siempre es fácil de lograr. Una de las mayores metas de sus padres consiste en que sean obedientes ante sus indicaciones y que realicen sus tareas diarias y demás responsabilidades. Si el momento en que tienen que guardar sus juguetes o ir a bañarse o a dormir genera berrinches y enfados de forma cotidiana, la situación se torna estresante tanto para los pequeños como para los adultos.

Existe, de hecho, el llamado trastorno negativista desafiante (TND), un problema emparentado con el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). Según la web especializada TDAH y Tú, el TND afecta a entre el 3% y el 8% de los niños y a entre el 30% y 50% de los menores con TDAH. Ambos trastornos son más comunes en los niños que en las niñas.

Más allá de esos problemas específicos, es importante inculcar en los pequeños la importancia de la obediencia ante las indicaciones de sus mayores. Un buen método para hacerlo es a través del juego y las actividades lúdicas, ya que de esta forma los menores incorporan estos valores casi sin darse cuenta, mientras hacen algo que les gusta y se divierten. Así, el mensaje calará en ellos más hondo que si lo reciben solo como un discurso por parte de un adulto.

A continuación se enumeran cinco juegos y actividades recomendadas para inspirar la obediencia en los niños.

1. Un cuento sobre la importancia de la obediencia

A los pequeños les encanta que los adultos les cuenten historias. Y como muchos cuentos incluyen una moraleja o un mensaje, se pueden aprovechar para impartir una enseñanza, que los pequeños tal vez acepten con más facilidad que los consejos directos de sus padres.

Hay infinidad de cuentos sobre la obediencia en sitios como Cuentos infantiles cortos, Cuentos para dormir o Cuentos cortos.

Los cuentos se pueden narrar en diferentes momentos del día: antes de dormir, después de la comida o la merienda, en un espacio dedicado a los juegos, etc. Para reforzar el mensaje del cuento, es posible añadir una actividad adicional, como pedir al pequeño que dibuje y coloree los personajes de la historia, la casa en la que viven, etc.

2. Juego del semáforo

Este es un juego popular y muy divertido, en especial para cuando hay varios niños en un espacio al aire libre o más o menos amplio.

Su dinámica es sencilla. Un adulto se coloca en un extremo del sitio y todos los menores, uno al lado del otro, en el extremo contrario. El adulto oficiará de «semáforo». Cuando diga «luz verde», los niños podrán avanzar, pero cuando pronuncie «luz roja» deberán detenerse. Los que sigan avanzando tras la orden de parar quedarán descalificados. Gana el jugador que primero llegue a la línea de meta… o el único que no quede eliminado antes de tiempo.

Existen muchas versiones de este juego. El semáforo puede dar sus indicaciones de otra manera (como subir y bajar carteles rojos y verdes), dar la espalda a los pequeños cuando está «en verde» y mirarlos de nuevo al ponerse en rojo, etc. Este último modo se ve en una famosa escena de la película ‘El orfanato’, de 2007, protagonizada por la actriz Belén Rueda.

3. Juego de la silla

Al igual que el anterior, este juego es muy popular y premia a los niños que con mayor rapidez obedecen una indicación.

Se forma una especie de corrillo de sillas, una menos que el total de menores participantes en el juego. Luego se hace sonar música y los pequeños deben comenzar a dar vueltas alrededor de las sillas. En el momento en que la música para, deben correr para ubicarse en los asientos. Como hay una silla de menos, uno de los niños no se podrá sentar: quedará descalificado. Para la siguiente ronda se quita otra silla, de tal modo que siempre haya una de menos, hasta que un último pequeño resulte ganador.

4. Cada cual a su tarea

Este juego es muy simple. La persona adulta elegirá un momento del día y le explicará al niño que será, para ambos, el rato de las actividades que no les gustan. La madre o el padre desempeñará alguna labor doméstica que no le resulte agradable (barrer, lavar los platos, planchar, etc.) y enseñará con el ejemplo al menor que las tareas menos divertidas también hay que hacerlas. Así, al mismo tiempo, el pequeño tendrá que hacer los deberes de la escuela, ordenar su cuarto, bañarse o lo que le corresponda.

Familia, educar jugando
Imagen: Keira Burton

5. Una tabla de puntos

El uso de una tabla de puntos ayuda a llevar un registro de la conducta del niño y así valorar en qué medida obedece a sus padres, e incluso si merece o no algún tipo de premio o recompensa por su comportamiento. La tabla se colocará en un sitio visible, para que el pequeño la recuerde y la pueda consultar siempre que lo desee. Lo más apropiado será que la tabla tenga un carácter más bien lúdico y que los resultados se representen con caritas sonrientes o tristes (como emoticonos), para que el menor la entienda sin problemas y la vea como algo cercano y familiar.

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