Diferencias entre traspaso y transferencia

El traspaso implica a una sola entidad y es gratuito, mientras que una transferencia se hace entre varios bancos y se aplica una comisión
Por Blanca López-Caballero 4 de diciembre de 2008
Img transferencia
Imagen: sanja gjenero

Traspasos y transferencias

Enviar dinero de una cuenta a otra es una operación que todos los bancos realizan cientos de veces a diario. Pero pasar efectivo entre cuentas es una transacción que no tiene las mismas consecuencias en todos los casos; si bien la operación es la misma -pasar una cantidad determinada de un lugar a otro-, el hecho de hacerse entre cuentas de una misma entidad o entre distintas entidades la convierte en dos operaciones distintas: el traspaso y la transferencia. Mientras el primero es gratuito, bancos y cajas aplican comisiones de la más diversa categoría en las transferencias, cuya cuantía varía en función del coste total de la transacción, de la ubicación geográfica de la entidad beneficiaria, e incluso de la forma en que haya sido realizada.

La primera diferencia entre ambas operaciones es que el traspaso, también llamado “transferencia interna”, implica únicamente a una entidad bancaria. Es el caso de una persona que tenga varias cuentas en la misma caja o banco, y decida enviar dinero de una a otra, según señala Pilar García Boto, gerente empresarial. La operación, además de realizarse entre las cuentas de un mismo titular, se puede hacer entre distintas cuentas de diferentes titulares, pero dentro de una misma entidad bancaria. Su efecto es automático, ya que el dinero sale y entra en las cuentas de forma instantánea.

En principio, el traspaso resulta gratuito para el cliente, las entidades no cobran comisiones por realizar envíos de dinero entre cuentas de su entidad, aunque se opere entre cuentas de diferentes titulares o incluso distintas oficinas. Pero, tal y como advierte Carmen Arias, directora de sucursal bancaria, algunos bancos sí cargan con comisiones esta operación. Depende, sobre todo, de si el traspaso se hace en la misma oficina o entre oficinas diferentes, en cuyo caso se cobra un porcentaje; también se aplica dicha comisión en función de la normativa interna del banco, y de su política depende la carestía o el gravamen. En cualquier caso, el Banco de España marca un límite máximo por operación.

La cuantía de una transferencia se puede asumir a medias entre el emisor y el beneficiario

En las transferencias, la operación se realiza entre cuentas pertenecientes a diferentes entidades, lo que genera el pago de una comisión, incluso en el caso de que las cuentas sean de un mismo titular. El porcentaje que hay que desembolsar por realizar la operación varía en función de la cuantía total de la transacción económica, de la ubicación geográfica de la entidad beneficiaria, e incluso la forma en que haya sido realizada.

Las entidades establecen unas comisiones de transferencias basadas en el reintegro de los gastos que estas operaciones puedan generarles. Cada entidad regula sus propias comisiones, aunque siempre limitadas por un máximo impuesto establecido por el Banco de España. Se permite al cliente elegir si será él mismo quien abone la comisión de la transferencia o, por el contrario, si el beneficiario se hará cargo de ella; incluso se puede asumir el total de la cuantía a medias, abonando cada uno de los afectados en la transferencia el 50% de la comisión aplicada. El gasto extra que generan las transferencias depende de varios factores, entre los que destaca el importe de la transacción (se incrementa el porcentaje si la transferencia supera los 50.000 euros), como señala Carmen Arias.

Hasta hace unos años, además, se diferenciaba el tipo de comisión que se cobraba dependiendo de si la entidad beneficiaria estaba en la misma “plaza” o fuera; actualmente se han unificado todas las comisiones, independientemente de su ubicación. Salvo en el caso de que la entidad de destino esté geográficamente fuera del país, y en especial si la transacción supera las fronteras del espacio económico europeo. En esos casos se incrementa el porcentaje establecido como comisión.

Las comisiones y sus redondeos

Las comisiones que establecen las entidades bancarias por realizar las transferencias básicas se ciñen a estos parámetros:

  • Transacción manual:

    En las transacciones manuales, operaciones realizadas directamente en la ventanilla de la sucursal bancaria, la entidad financiera puede establecer una comisión del 0,20% sobre el importe total de la transferencia. Es habitual cobrar un mínimo de 2 euros por transferencia. Es decir, en los casos en que la comisión resultante al aplicar el 0,20% suponga un importe menor a 2 euros, la entidad cobrará directamente esta cantidad. Por ejemplo, si un cliente efectúa una transferencia de 300 euros, al aplicarle una comisión del 0,20%, el resultante sería 60 céntimos, pero la mayoría de bancos establecen directamente un importe de 2 euros por comisión.

    En la práctica, las entidades bancarias unifican comisiones y establecen los mismos importes para las mismas transferencias

  • Transacción mediante fichero:

    El fichero es una aplicación informática que se procesa de forma automática en el banco o caja, agilizando los trámites bancarios y evitando un trabajo manual que siempre encarece las operaciones. Esta modalidad permite aligerar los trámites bancarios para las empresas que efectúan de manera reiterada el abono de facturas a los mismos proveedores con una cadencia mensual. En algunos casos, las empresas pueden abonar 20 ó 30 facturas a los mismos beneficiarios. Para facilitar sus pagos, introducen en un listado informático (fichero) los datos necesarios para realizar las operaciones, incluyendo el nombre completo de los proveedores a quienes dirigen la transferencia, la entidad financiera beneficiaria, el número completo de cuenta, concepto, importe total, etc. De esta manera, todos los meses, la entidad se limita a modificar el importe y número de factura y enviar el disquete.

    Este fichero puede entregarse en la oficina, en disquete o CD, o bien puede enviarse a través de Internet; en la oficina bancaria, el ordenador procesa automáticamente el fichero. En estos casos, se cobra una comisión cercana al 0,10%. No obstante, cuando el importe resultante al aplicar este porcentaje a la suma total de la transferencia sea menor a un euro, la entidad bancaria cobraría directamente un euro como comisión, nunca una cantidad inferior.

  • Transacción por Internet:

    El cliente que opta por Internet para efectuar sus operaciones financieras reduce al mínimo el coste de la transferencia, ya que se aplica un 0,10% (en la práctica, con el redondeo, 0,60 céntimos). Esta opción, por su comodidad, eficiencia, efectividad y seguridad, cada vez suma más adeptos.

Estas comisiones son orientativas, ya que cada entidad bancaria puede establecer sus propias comisiones de acuerdo a su política interna (los porcentajes, según cada banco o caja pueden elevarse al 0,50%, permanecer en el 0,30%, o reducirse al 0,15%), aunque las cifras acordadas nunca puedan superar las cantidades máximas marcadas por el Banco de España. En la práctica, las entidades bancarias unifican comisiones y establecen los mismos importes para las mismas transferencias. La asociación a las redes bancarias como Servired (BBVA, Bankinter, Cajas Rurales, Deutsche Bank, Barklay, La Caixa o Bancaja, entre otros), Red Euro 6000 (Cajas de Ahorro españolas, como Ibercaja, Kutxa, Caja Duero, Caixa Galicia, Unicaja, BBK, Caixanova, CAM, Caja Navarra…) o la Red Telebanco 4B (Banco Popular, Banco Español de Crédito, Santander, Banco Pastor, Banco Guipuzcoano, etc), no influyen en el cobro final de comisiones en transferencias bancarias entre entidades.

Las excepciones

Con independencia del tipo de transferencia elegida, se contemplan supuestos diferentes y casos excepcionales. Según las condiciones o particularidades de cada oficina o cliente, las entidades reconocen no cobrar siempre el total de las comisiones establecidas de forma genérica, ya que en ocasiones pueden cobrar un mínimo o incluso nada. Esa gratuidad se aplica en función del cliente y la decisión final depende de la dirección de la oficina bancaria, siguiendo las directrices formuladas por su política interna.

Así, numerosas entidades bancarias premian la domiciliación de la nómina de sus clientes con la exención de cualquier tipo de pago por comisiones al efectuar operaciones de transferencias, incluyendo además la ventaja de suprimir todo tipo de gasto en concepto de mantenimiento de cuenta.

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