Perros adoptados en el extranjero, un hogar para los más desamparados

Las adopciones de perros españoles en el extranjero suponen una salida para encontrar una nueva casa a animales que nadie quiere
Por Carolina Pinedo 23 de mayo de 2014
Img adoptar perros extranjeros

Alemanes, belgas o suizos son más responsables, no solo con sus perros, sino también con los nuestros, afirman las asociaciones de defensa de los animales. La prueba, en las cifras: algunas protectoras españolas encuentran hasta el 20% de sus adoptantes de canes en el extranjero. Es decir, fuera de nuestro país hay familias que ofrecen un hogar a perros españoles ciegos, sordos, enfermos o inválidos. A continuación se explica el proceso de adopción de canes fuera de España y por qué esta gran labor en ocasiones queda cuestionada por la mala gestión de algunos.

Perros adoptados con destino a Alemania

En España se abandonan cerca de 110.000 perros cada años, según el estudio realizado al respecto por la Fundación Affinity. Las asociaciones de protección animal atienden en muchas ocasiones más animales sin hogar de los que pueden. La posibilidad de ofrecer un nuevo hogar a sus canes fuera de nuestro país es una forma de conseguir que animales que son muy mayores, inválidos, ciegos o enfermos encuentren una nueva casa donde vivir sus últimos años de vida con más dignidad y calidad.

«Muchos españoles aún no tienen la suficiente cultura con respecto a los animales como para adoptar un perro al que le quedan pocos años de vida, o del que tendremos que costear un tratamiento veterinario porque está enfermo», asegura afirma Isabel Garriga, portavoz de la Fundación Chari Cruz, dedicada a la protección y adopción de animales.

Esta asociación encontró el pasado año más adoptantes para animales españoles en el extranjero que en nuestro país. En concreto: en Alemania, 55 perros y 15 gatos; en Reino Unido, 16 canes; y en Francia, casa para un perro. Garriga cree que la razón es que «en otros países europeos, como Alemania o Reino Unido, la conciencia con el cuidado y el respeto por los animales es enorme».

Alemania, país pionero en adoptar perros españoles

Alemania es el país pionero en adoptar perros españoles, sobre todo los galgos
Alemania es el país pionero en adoptar canes españoles. Y es que el país teutón está muy avanzado en materia de protección animal. Según Cristina García, presidenta de la asociación Galgos Sin Fronteras, esto se debe a que «es el único país que recoge en su constitución derechos sobre los animales«.

En el país germano, además, no hay prácticamente abandonos, existe gran permisividad con la presencia de los perros en los lugares públicos y cuentan con unas leyes para la protección de los animales muy eficaces.

Proceso de adopción de perros fuera de España

La búsqueda del candidato adecuado y el seguimiento de los adoptantes son claves para una adopción exitosa de perros en el extranjero
La adopción de animales fuera de España requiere un procedimiento y una logística adecuados para asegurar su éxito. Las claves para conseguir una adopción donde se garantice el bienestar del can son las siguientes: personas de contacto de confianza en el país de destino de adopción del perro, un seguimiento de los animales adoptados y un contrato donde se recoja el compromiso por parte de las familias de acogida de cuidar al can y de comunicar cualquier cambio que afecte a su propiedad.

Los contactos de confianza que las asociaciones de protección animal tienen en el extranjero se encargan de buscar candidatos adecuados para el perro que busca un hogar. Y tienen en cuenta aspectos como el tiempo que le podrán dedicar o la composición de la familia (si hay niños o ancianos).

Una vez que se ha encontrado el candidato idóneo, el can viaja en avión o furgoneta al país de sus adoptantes. Tras su llegada, la asociación española que supervisa la adopción llevará a cabo un seguimiento del perro durante toda su vida. Por su parte, la familia que acoge al animal firma un contrato donde se compromete a devolverlo, si no se puede hacer cargo de él.

Perros para adoptar en el extranjero que nadie quiere en España

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Imagen: Animal Allies Rescue Foundation

Los canes mayores, ciegos, enfermos, que nadie quiere en España, son los perfiles de animales para los que la Fundación Chari Cruz se encarga de encontrar adoptantes en el extranjero. Su forma de trabajo consiste en contactar con perreras catalanas, que les informan sobre los animales que no tienen el perfil para ser adoptados en nuestro país. «Se trata de perros que suelen estar enfermos, son muy mayores y que necesitan una calidad de vida y bienestar en los últimos años de su vida«, explica Garriga.

Los contactos de esta institución en Bélgica y Alemania son personas voluntarias que dedican su tiempo de vacaciones para viajar a España y conocer a los canes que buscan adoptantes. Cuando regresan a su país investigan para encontrar el candidato idóneo para la adopción.

«Las adopciones internacionales suponen una salida digna para muchos animales», cree Cristina García, de Galgos Sin Fronteras. «Lo importante es encontrar al adoptante idóneo para cuidar al perro, y si no está en España, sino fuera también se trata de una buena opción», añade.

Galgos Sin Fronteras atiende un total de 90 canes abandonados y maltratados al año, de los que el 20% encuentran un nuevo hogar fuera de España.

Una gran labor cuestionada por la mala gestión de algunos

Las adopciones internacionales de perros también han dado con un escollo, que no ha conseguido empañar el esfuerzo diario de quien trabaja en favor de los animales de forma desinteresada. Los rumores de que ciertas personas escondían intereses económicos tras la adopción de canes en el extranjero han cuestionado una labor que salva la vida a muchos animales al año.

Las pruebas sobre estas supuestas irregularidades nunca se han divulgado y hay asociaciones y personas que hacen una gran labor, por lo que no se puede meter a todo el mundo en el mismo saco. «Las asociaciones que trabajamos por el bienestar de los animales somos las primeras en demandar y apoyar que salgan a la luz posibles ilegalidades en este sentido para frenarlas cuanto antes, pero no es justo cuestionar esta estupenda y necesaria labor social debido a la mala gestión de unos pocos», cree García.

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