No, regalar un animal no es una buena idea

Perros y gatos son parte de nuestra familia, no una colonia o una silla que podamos devolver
Por Eva San Martín 4 de diciembre de 2018

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Un gato o un perro no es un juguete, sino un amigo peludo que pueden hacernos a niños y adultos muy felices, incluso que vivamos más años, pero que depende de nosotros para sus cuidados, salud y bienestar físico y emocional. Y ¡ojo!, abandonar un animal no solo es cruel y una irresponsabilidad, además está penado por ley. Siempre por estas fechas este mensaje es recordado por el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil. Y lo hace antes de que a los pies del árbol de Navidad aparezca ese «regalo» que el niño ha pedido de forma incansable a Melchor, Gaspar o Baltasar o a Olentzero, por ejemplo, en el caso de los pequeños en el País Vasco y Navarra. Todo ello lo comentamos a continuación y explicamos la responsabilidad de tener una mascota en casa y las claves que hay considerar antes de adoptar (no regalar) una por Navidad.

En 2017 se abandonaron al menos 138.307 canes y felinos en España, según el ‘Estudio de Abandono y Adopción‘ de la Fundación Affinity. Una cifra triste que, con pequeños altibajos, se repetirá este 2018, y que coloca a España en los primeros puestos de los países europeos con mayor tasa de abandono de animales de compañía. Y muchos de ellos, entre el 30 % y un 40 %, dicen las protectoras, acaban en la calle tras haber sido el «mejor regalo» de los Reyes Magos.

Carmen Ramírez, de la asociación Protección Felina, es tajante: tener un animal es una responsabilidad porque requiere un cuidado, un control de sus vacunas, un gasto para su alimentación saludable y su salud y un tiempo que hay que dedicar a nuestro amigo peludo con gusto. Un sinfín de obligaciones que hay que tener en cuenta antes de que en casa entre un gato o un perro, o cualquier otra mascota, ya sea un conejo, una tortuga o un pájaro. «Los animales son seres vivos, y no un perfume que se puede regalar y devolver si no gusta», señala Ramírez. Adoptar una mascota además, recuerda, «implica una responsabilidad de por vida».

Vivir con un can o un minino significa comprometerse durante unos 15 años e incluso más de 20 años, en caso de los felinos. A lo largo de esos años hay que alimentarle de forma saludable, llevarle al veterinario, jugar y pasar tiempo con él y asegurarse de que tiene una calidad de vida lo mejor posible. Una responsabilidad que ningún niño sabe calcular, y que cuesta dinero. Según los datos del Ministerio de Agricultura (de 2015), mantener una mascota implica un gasto de entre 500 y 800 euros al año.

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¿Qué dice la ley?

La mayoría de las leyes autonómicas de protección animal (hay 17) prohíben regalar animales como premio o reclamo.

En febrero de 2018, además, entró en vigor el convenio europeo sobre protección de animales de compañía, de obligado cumplimiento, que en Europa ya se aplicaba desde los años 80. Entre otros asuntos, prohíbe regalar animales de compañía como premio o a menores de 16 años, sin el consentimiento de sus padres, así como obsequiar con un can o minino a modo de premio, recompensa o gratificación. Con este convenio España se incorpora al grupo de países que, como Alemania, Francia, Suiza, Austria y Portugal, entre otros, consideran a los animales «seres sintientes» y no meros objetos. Por tanto, ¿qué sentido tiene que los compremos y regalemos como si fueran una colonia o una silla?

Aunque con décadas de retraso (Estrasburgo aprobó el convenio en 1987), el texto ha sido celebrado entre los amantes de los animales, ya que significa que perros y gatos dejan de ser «cosas» bajo la lupa de la ley. Esto supondrá que, por primera vez, se apliquen unos mínimos criterios comunes en todo el país para protegerlos. Además, obliga a las comunidades autónomas a actualizar sus leyes de protección animal, para recoger estas pautas.

¿Qué sucede cuando alguien abandona un animal?

La adopción de un can o felino debe ser responsable. Cuando alguien se hace cargo de un animal de compañía tiene que saber que asume una responsabilidad económica, moral y también penal. Porque si no se cuida bien, si es abandonado y su vida, por tanto, corre peligro, se considera un delito. Desde 2015, el juez puede hacer uso del artículo 337 bis del Código Penal y puede imponer al dueño del animal una multa de uno a seis meses, además de decretar su inhabilitación.

Además, «en España existen 17 leyes autonómicas de protección animal que ven el abandono como una infracción grave o muy grave«, explica Nuria Menéndez, directora del Observatorio Justicia y Defensa Animal.

8 claves antes de adoptar (no regalar) una mascota en Navidad

1. Hay que asegurarse de que hay consenso familiar: todos los miembros deben estar dispuestos a cuidar, querer y responsabilizarse del animal. La decisión de regalarlo en Navidad debe ser responsable, y evitar la adopción impulsiva.

2. Toda la familia debe participar en el proceso de adopción. Una opción estupenda es acudir al centro de adopción para conocer al animal, dejarse asesorar por los profesionales que allí trabajan, y conocen al animal, y saber que su personalidad y necesidades son compatibles con las de la familia.

3. ¿Está claro que el niño no siempre se ocupará del cuidado del animal y que le tocará hacerlo a los adultos? Vivir con un perro o gato es una oportunidad para fomentar el amor hacia los animales e implicar a los pequeños en la responsabilidad de cuidar de un ser vivo dependiente. Pero, no hay que engañarse, la mayoría de los paseos y todos los viajes al veterinario los tendrá que hacer el progenitor.

4. Estilo de vida compatible con una mascota. Antes de adoptar, se debe hacer una reflexión sobre la disponibilidad real. ¿Os gusta pasar tiempo en casa? Entonces un gato puede ser un compañero estupendo. Pero si se viaja mucho, y no es posible ocuparse del amigo peludo, habrá que replantearse la decisión.

5. Hay que querer asumir determinadas limitaciones. Un animal no se puede quedar solo en vacaciones: tendrá que viajar con la familia o quedar a buen cuidado con una persona responsable. Es una responsabilidad que hay que conocer y resolver antes de adoptar.

6. La Navidad puede no ser el momento más oportuno para incorporar un perro o un gato a la familia. Esta época implica mucha celebración y poca tranquilidad. Y este no siempre es el mejor escenario para adoptar un nuevo miembro peludo. Durante las primeras semanas, el perro o gato necesitará calma para adaptarse a su nueva vida.

7. Los preparativos son importantes. La llegada de un can o minino a casa necesita planificación. Hay que prepararle una habitación tranquila para los primeros días o semanas (un requisito esencial para los gatos) y habrá que comprar un comedero, un cuenco para el agua y rascadores y arenero (en caso del gato) o correa de paseo para el perro.

8. Y si se adopta un cachorro, se debe tener en cuenta que su educación requiere mucho tiempo, aunque un experto en comportamiento felino o perruno titulado y de confianza podrá ayudar en esta tarea.

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