Perros en la playa: cómo divertirse sin peligro

La playa es un lugar donde el perro puede disfrutar mucho, con precauciones como protegerle del sol
Por Carolina Pinedo 8 de agosto de 2012
Img husky orilla
Imagen: Blyzz

El verano es una época que invita al disfrute de la playa con la familia. Los perros son uno más de la casa; y a ellos también les gusta corretear por la orilla, remojarse y jugar con la pelota o el frisbee. Son actividades saludables para disfrutar con el perro en la costa. Pero, además de saber cómo divertirnos con nuestros amigos, debemos conocer, y evitar, los peligros del mar para el can.

La playa puede ser un escenario veraniego perfecto para que el perro disfrute, ya que tendrá la oportunidad de correr por la orilla, bañarse y de jugar con el agua. Sin embargo, no todos los perros se sienten confiados ante la inmensidad del mar. El perro que nunca haya estado en la playa o que no esté acostumbrado a ella desde su etapa de cachorro puede mostrarse inseguro, en un escenario que le resulta desconocido.

En este sentido, José Luis Torres, veterinario de la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Madrid (SPAP), recomienda tener paciencia hasta que el perro se acostumbre, de manera progresiva, a la playa y nunca obligarle a bañarse o a entrar en contacto con el agua, si el animal no quiere.

Actividades saludables para disfrutar con el perro en la playa

Cada perro es distinto, y hay actividades playeras que a unos les gustará más que a otros. Los dueños son quienes mejor conocen a sus perros, por lo que es cuestión de probar y experimentar lo que más le gusta hacer a nuestro amigo en la playa. A continuación se enumeran algunas propuestas:

  1. Caminar y correr por la orilla del mar. Al perro le gusta andar por la orilla del mar. Los chapoteos en el agua le divierten. Sus dueños pueden aprovechar el paseo para jugar con el perro. El juego de la pelota es un clásico, que a los canes les suele gustar.

    Las carreras y persecuciones pueden entretener, asimismo, al perro y, también, sirven para que haga ejercicio físico. Si hay niños en la familia, disfrutarán de manera especial de las carreras con el perro.

  2. Bañarse y nadar. A algunos perros les gusta bañarse en el mar (no a todos). Los perros no son nadadores veloces, pero sí resistentes. Aunque pueden cansarse si permanecen tiempo en una zona del mar donde hay mucha profundidad, por lo general, al perro le gusta darse un baño rápido y, luego, permanecer en la orilla.

    Los baños que duran mucho tiempo no son recomendables para el can. «Son más aconsejables los baños de poca duración. Aunque ciertas razas estén muy bien adaptadas al agua, el perro no es animal acuático, que se maneje bien en este medio», explica Torres.

  3. Jugar con el ‘frisbee. El lanzamiento del plato volador (frisbee) por parte del dueño, que el perro recoge, es una actividad que está de moda y entretiene a muchos perros. Es un ejercicio que, además, se presta (al igual que los juegos con la pelota), a la interacción entre los dueños y sus perros. Y que, por lo tanto, sirve para estrechar lazos afectivos entre ellos.

Los peligros del mar para el can

  • Riesgo de ahogamiento del perro en la playa. Nuestro amigo, al igual que las personas, se puede ahogar. Las corrientes marinas, o el oleaje, pueden arrastrar al animal hacia el interior del mar, e impedirle que pueda volver a la orilla. Por ello, es aconsejable una vigilancia estrecha del perro por parte de los dueños. En cualquier caso, es recomendable que el can no nade demasiado lejos, para evitar accidentes.

  • Golpes de calor. El hecho de que el perro se pueda bañar, y remojar, no significa que no pueda sufrir un golpe de calor. Toda precaución es poca para evitar estas mortales subidas de temperatura. En la playa, no pueden faltar la sombrilla y agua fresca.

    Tampoco es recomendable que el perro realice actividad física (juegos, carreras) durante las horas de más calor. Es aconsejable que permanezca a la sombra y que se bañe o se moje para mantenerse fresco.

  • Picaduras de medusa. Un perro que se baña en el mar corre los mismos riesgos que cualquier bañista. Hay que tener precaución con las medusas. En caso de que haya riesgo de picadura, es recomendable no dejar que el perro se bañe. Siempre puede corretear y jugar en la orilla del mar para refrescarse.

    En caso de que el perro sufra una picadura de medusa, debemos acudir al veterinario para que le aplique un tratamiento que minimice la reacción alérgica del veneno.

  • Quemaduras solares del perro en la playa. Los perros también pueden sufrir quemaduras solares. «Es el caso de los que tienen el pelo de color claro y la nariz rosácea como, por ejemplo, el Caniche. Ellos tienen más riesgo de sufrir quemaduras por la exposición al sol».

    Las cremas de protección solar que usan las personas sirven, también, para los perros. Se aplican en la nariz y en las patas, cuando el animal tiene parte de la piel al descubierto (sin pelo), así como en la zona colindante a las uñas.

La sal del mar también reseca la piel del perro

Tras un intenso día de playa, conviene retirar los restos de salitre que queden en el pelo, y en la piel, del perro. La sal marina reseca la piel del animal, y conviene eliminarla con un aclarado con agua limpia.

Por otro lado, si el perro usa collar antiparasitario, tenga en cuenta que es recomendable retirarlo antes del baño. Los collares que repelen pulgas y garrapatas pierden sus propiedades al mojarse con el agua de mar.

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