El cáncer provocado por la polución diezma la población de ballenas beluga de Canadá

Tan sólo quedan 650 ejemplares de los 5.000 que había a principios del siglo XX
Por EROSKI Consumer 15 de mayo de 2002

Las ballenas beluga de la bahía canadiense de San Lorenzo presentan la tasa de cáncer más alta de todos los mamíferos de la Tierra. El 27% de estas ballenas blancas, asegura un estudio elaborado por científicos canadienses, presentaban algún tipo de tumor.

Las belugas de San Lorenzo son un verdadero milagro de la evolución. Miden entre 3 y 5 metros, tienen un cuerpo robusto, la cabeza redondeada, dientes y un pequeño pico. Viven en la frontera entre Canadá y EE.UU., en un estuario formado por diversos ríos y regado por las frías aguas de la corriente de Labrador. Pero este hermoso microcosmos está en peligro. De las 5.000 belugas que vivían allí en los primeros años del siglo XX sólo quedan unas 650. Primero las diezmó la caza. Pero desde que se prohibió matarlas en 1979, la población ha seguido su declive. ¿Por qué?

Desde hace 20 años, todos los esqueletos de beluga varados en las costas han sido sometidos a una minuciosa autopsia por veterinarios de Montreal. Hace unos días han puesto por escrito sus conclusiones: El cáncer es la principal causa de mortalidad de las belugas. «El 27% padecía algún tipo de cáncer. Un porcentaje semejante jamás había sido descubierto entre animales salvajes que, por lo general, mueren de hambre o por heridas. En Occidente, el cáncer provoca la muerte del 23% de los humanos. Jamás se había establecido una tasa parecida entre animales salvajes», apunta Daniel Marineau, uno de los autores del estudio.

¿Cuál es el origen de esa mortandad? Los científicos lo tuvieron fácil. El inmenso estuario del San Lorenzo es el desagüe de buena parte de América del Norte, una de las regiones más industrializadas y contaminadas de la Tierra. Junto al río Saguenay hay tres grandes fábricas de aluminio, implantadas hace 75 años. Para fabricar el aluminio es necesario electrolizar mineral de bauxita, un proceso generador de compuestos cancerígenos.

Según el estudio, más de 40.000 toneladas de estos contaminantes se han acumulado en el estuario. Las ballenas beluga se alimentan de pequeños invertebrados (que acumulan esas sustancias) que capturan tras rastrillar los sedimentos del fondo. Pero las belugas no son las únicas víctimas.

El informe revela también que los trabajadores del aluminio y sus vecinos presentan altas tasas de cáncer de pulmón, estómago y vejiga debido a su trabajo, en el primer caso, y a que beben agua de los lagos y ríos cercanos a las industrias contaminantes, en el segundo.

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