Entrevista

Enrique Segovia/ Director de Conservación de WWF/Adena

Por Alex Fernández Muerza 28 de julio de 2005
Img enriquesegovia
Imagen: Jason Morrison

La organización
WWF se crea en 1961 y entre sus principales logros se podría destacar las dos
estrategias mundiales de conservación de la Naturaleza (1989 y 1992), la
protección y gestión de millones de hectáreas de ecosistemas terrestres y
marinos, o el mantenimiento o incremento de algunas de las especies más
emblemáticas, como el Panda gigante, del que han hecho su símbolo. En España
surge en 1968 tras la fundación de Adena – de ahí que se denominen WWF/Adena -,
año en el que además consiguen la declaración de Doñana como Parque Nacional. En
la actualidad, WWF/Adena cuenta con más de 25.000 socios y colaboradores, una
plantilla profesional de unas 45 personas y un presupuesto de casi 4 millones de
euros. Enrique Segovia, Director de Conservación de WWF/Adena, explica las
principales actividades que lleva a cabo su asociación y los principales retos a
los que deben hacer frente. Este biólogo lleva trabajando 15 años en WWF/Adena,
donde ha realizado distintas tareas, primero en el departamento de Educación
Ambiental, para pasar a ser el Director de Red y voluntariado, hasta llegar a su
cargo actual.

¿Cuáles son las principales actividades en las que trabajan en este momento?

WWF/Adena tiene
6 prioridades a nivel mundial: protección, gestión sostenible y restauración de
bosques y ecosistemas dulceacuícolas; gestión sostenible del mar -áreas marinas
protegidas y pesca responsable-; supervivencia de las especies más emblemáticas
-pandas, ballenas, lince ibérico etc.-; la lucha contra el cambio climático y la
eliminación de los productos químicos más perjudiciales para el hombre y la
naturaleza.

¿Y qué realizan en concreto en España?

En España
estamos desarrollando más de 50 proyectos dentro de estas líneas, entre los que
destacaría la promoción de compras responsables de productos forestales, la
gestión sostenible de alcornocales y promoción del corcho frente a otros
productos, la reducción del uso del agua en la agricultura, la gestión del agua
en Doñana, la recuperación de la población de lince ibérico, la gestión del
Refugio de rapaces de Montejo de la Vega. También trabajamos en la creación de
una red de áreas marinas protegidas, en la promoción de una pesca más
responsable luchando contra las prácticas dañinas e ilegales, la promoción de la
eficiencia energética y la reducción del consumo de energía, la lucha contra el
cambio climático y las restauraciones forestales con voluntarios.

¿En qué se diferencian de otras organizaciones ecologistas?

Nosotros
hacemos conservación sobre el terreno, colaboramos con empresas, promovemos el
diálogo y la negociación antes que la confrontación, si bien todo esto no es
exclusivo de WWF/Adena. En muchos casos perseguimos los mismos objetivos, pero
cada una utiliza unos métodos diferentes. La complementariedad nos viene a todas
muy bien.

¿Cómo ve el sector empresarial en relación con el medio ambiente?

Queda mucho por
hacer. Hay empresas que aplican prácticas en otros países menos rigurosos desde
el punto de vista ambiental y social que no se consienten en nuestro país. Pero
también hay cambios positivos en el sector empresarial hacia un uso más
eficiente de los recursos, reducciones de emisiones de CO2, compromisos de
compras responsables de productos forestales, etc. Y estos cambios y tendencias
hay que apoyarlos.

¿Colaboran con otras organizaciones ecologistas?

La colaboración
es muy estrecha, sobre todo en aquellos temas de fuerte impacto social o muy
estratégicos, como el Plan de Infraestructuras, la lucha contra el cambio
climático, la reforma de la Política Agraria Común, etc.

El 14 de mayo fue el Día Internacional de la Diversidad Biológica. ¿En qué situación nos encontramos?

Nos encontramos
en la actualidad en una situación delicada y preocupante

Nos
encontramos en la actualidad en una situación delicada y
preocupante
. En España hemos tenido un crecimiento económico y un
desarrollo muy fuerte en los últimos 20 años, gracias a la utilización intensiva
de nuestros recursos naturales. Los efectos no se han hecho esperar: la
situación de nuestros ríos, de muchas masas forestales, del litoral o los
índices de contaminación o suelo urbanizado así lo demuestran. Seguro que se ha
producido una pérdida considerable de riqueza biológica, como en los casos del
lince ibérico y de algunas rapaces o anfibios, pero apenas tenemos indicadores
para medirlo y es grave.

¿Y a nivel mundial?

A nivel mundial
la situación es escalofriante. Según el Informe Planeta Vivo de WWF, desde 1960
ha disminuido un 40 % el Índice Planeta Vivo, un indicador del estado de la
biodiversidad en el Planeta que mide las tendencias de 3.500 poblaciones de
1.000 vertebrados terrestres y marinos. Estamos asestando un severo golpe a la
vitalidad y resistencia de los ecosistemas.

¿Qué podemos hacer como consumidores para conservar la naturaleza?

Informarnos
bien del impacto ambiental que produce nuestra forma de vida y tratar de
disminuirlo; consumir de una manera más eficiente, más sana y desde luego,
¡consumir menos!; no utilizar el coche o utilizarlo lo menos posible; ahorrar
agua y energía en casa y en el trabajo; y apoyar a los grupos ecologistas como
WWF/Adena haciéndote socio.

¿Cuáles son las especies con mayor riesgo de extinción a las que más esfuerzo están dedicando?

El principal
trabajo lo estamos desarrollando con el lince ibérico. Existen sólo dos
poblaciones reproductoras en el mundo, en Sierra Morena y en Doñana, y entre
ambas no suman más de 150 ejemplares. Su principal amenaza es la falta de
alimento, el conejo. La pérdida de territorio para vivir por infraestructuras y
los atropellos son otras amenazas a las que se enfrenta. Nuestro trabajo
consiste en recuperar el hábitat y alimento de ambas poblaciones,
reintroduciendo conejos en las zonas donde vive e incrementando sus lugares de
alimento y reproducción. Se trata de un trabajo de urgencia, de UVI. De este
trabajo también se benefician otras especies en peligro, principalmente el
águila imperial ibérica. También estamos trabajando fuerte para reducir la
utilización de cebos envenenados en el campo, una práctica ilegal muy extendida
para eliminar predadores en cotos de caza. Especies como el alimoche, el buitre
negro o el milano real están amenazadas por los cebos envenenados.

¿Hacen lo suficiente las instituciones españolas y europeas frente a los problemas de conservación del medio ambiente?

Se ha avanzado
mucho en legislación ambiental, pero poco en el control de su correcta
aplicación

Se ha avanzado mucho en legislación ambiental, pero poco
en el control de su correcta aplicación
. La nula o mala aplicación
de la Ley de Impacto Ambiental o la Ley de Costas así lo ha demostrado en los
últimos años.

¿Cuáles son los principales problemas que tienen España y Europa en este sentido?

El principal
problema es la falta de coherencia en las políticas. Tenemos políticas europeas
y españolas de conservación de la naturaleza, de uso sostenible del agua, etc.,
pero los fondos los gastamos en infraestructuras o en subvencionar una
agricultura excedentaria que utiliza mucha agua. Gastamos fondos en la
conservación del lince y luego financiamos carreteras o presas en los
territorios donde vive

Gastamos fondos en la conservación del lince y
luego financiamos carreteras o presas en los territorios donde vive
.

El cambio climático es uno de los temas que más preocupan y más polémicas suscita, hasta el punto de que algunos científicos incluso dudan de su existencia. ¿Qué opina WWF/Adena?

El cambio
climático es una realidad y las evidencias ya están ahí: disminución de la
superficie de glaciares y casquetes polares, alteraciones climáticas. Donde
puede haber más discusión es en qué efectos va a producir, porque los que está
produciendo ya son incuestionables. WWF/Adena tiene claro que van a ser fuertes,
en algunos lugares drásticos, como en la cuenca Mediterránea, donde un
incremento de 2º C de temperatura media incrementará las olas de calor en
verano, los periodos de sequía y los incendios forestales; disminuirán las
cosechas de secano, las disponibilidades de agua y la biodiversidad, y afectará
al turismo.

Después de catástrofes como la de Doñana, ¿se ha mejorado en algo la conservación de los espacios naturales?

El desastre de
Aznalcóllar fue una catástrofe y un serio aviso. Se tomaron muchas medidas y se
hizo un gran proyecto de restauración en la cuenca del Guadiamar. La mina era
una amenaza para un espacio protegido emblemático, pero la gestión de Doñana
poco tenía que ver con la mina. Realmente en los últimos 6 años tenemos luces y
sombras en la conservación de los espacios naturales. Luces como la marcha,
aunque lenta, de la Red Natura 2000, en la que ya está incluida el 23% de la
superficie terrestre española, aunque todavía adolece de algunas carencias. Y
sombras como las que tememos que se ciernen sobre la Red de Parques Nacionales,
por la sentencia del Tribunal Constitucional dando la gestión a las comunidades
autónomas.

Los productos tóxicos son otra de las grandes áreas de preocupación de WWF/Adena. Europa parece que quiere controlar su uso con políticas como REACH, pero parece que la industria química está limitando su alcance, ¿no?

En la
actualidad existen más de 100.000 sustancias químicas y desconocemos sus efectos
sobre el medio ambiente y la salud

En la actualidad existen más de
100.000 sustancias químicas y desconocemos sus efectos sobre el medio ambiente y
la salud
. De las 2.500 sustancias más utilizadas no tenemos
información accesible y fiable sobre su seguridad. Por nuestra sangre circula un
cóctel de sustancias químicas, que hemos ingerido, inhalado o han entrado a
nuestro cuerpo a través de la piel y cuyos efectos combinados sobre nuestro
sistema inmunológico, reproductor y sobre nuestra salud desconocemos. Con REACH,
la UE pretende una regulación de la producción y utilización de productos
químicos y WWF/Adena quiere una regulación estricta basada en el principio de
precaución, es decir, que sólo se utilicen los productos que demuestren su
inocuidad sobre el medio ambiente y la salud, y de transparencia, con
información accesible y única sobre cada producto. La indust ria química dice
que no, que pone en riesgo su negocio y ellos están poniendo en riesgo la salud
de los ecosistemas y las personas.

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