Entrevista

Ángel Rivera. Jefe del Área de Predicción y Aplicaciones del Instituto Nacional de Meteorología

Cada vez se producen más fenómenos meteorológicos extremos
Por Alex Fernández Muerza 2 de noviembre de 2005
Img Angel Rivera

Huracanes de gran magnitud en Estados Unidos, tornados y fuertes tormentas en Cataluña, además de otros fenómenos como la sequía, están afectando zonas tan diversas como España o el Amazonas. Los investigadores trabajan en averiguar el origen de estos fenómenos y de constatar si están causados por los efectos del cambio climático y por la obra del ser humano. Ángel Rivera, Jefe del Área de Predicción y Aplicaciones del Instituto Nacional de Meteorología, considera que lo más preocupante es la acumulación de estos fenómenos extremos en el breve espacio de tiempo del que se tiene constancia.

El huracán ‘Vince’ llegó a España, aunque finalmente fue perdiendo fuerza. ¿Qué posibilidades hay de que España sufra las consecuencias de un huracán o un tornado?

Los huracanes y los tornados son fenómenos distintos. Si se dan ciertas características en una tormenta, es probable que ésta tenga ligada algunos tornados. El huracán tiene dentro de sí distintas zonas de tormentas y a veces cuando tocan tierra pueden ir unidas a tornados. En España sí se producen tornados y parece que cada vez más, quizá porque los haya o porque los medios de observación y difusión son mejores. Sin embargo, los huracanes y los ciclones tropicales no son tan comunes, porque España está fuera de los trópicos, aunque quizá en la zona de Canarias pueda llegar a ser posible su presencia. Lo que sí pueden formarse son ciclones de latitudes medias, como el ‘Vince’, aunque llegó a la categoría de huracán por la fuerza del viento. Estos fenómenos sí que podrían empezar a afectar a España.

Entonces, ¿El ‘Vince’ no fue un huracán?

Estos fenómenos reciben el nombre científico de ciclones tropicales, aunque en distintas partes del mundo se pone un nombre regional: huracán en la zona del Caribe o tifón en zonas de Oriente. Ciclón tropical significa que se forma y vive en los trópicos. Desde ese punto de vista, el ‘Vince’ es un ciclón de latitudes medias. En el momento en que alcanzó vientos de 120 kilómetros por hora, se clasificó como ciclón tropical, un huracán clase uno.

Hecha esta puntualización, ¿cuáles serían los últimos ciclones de latitudes medias y los tornados que han afectado a España?

En cuanto a ciclones de latitudes medias, hemos conocido algunos en el Mediterráneo, de pequeña magnitud, con su ojo y su formación típica nubosa en espiral, quizá cada 5 ó 6 años. Las denominadas bajas o borrascas polares pueden haber llegado también al Cantábrico. Lo inusual del ‘Vince’ ha sido su aparición en la zona de Azores y su trayectoria hacia España, porque nunca habíamos visto alguno en esa zona. En cuanto a los tornados, se producen todos los años y la zona más proclive es el Mediterráneo y el Sistema Ibérico. Lo que sucede es que son fenómenos de tan corta duración que muchas veces pasan desapercibidos

Los tornados son fenómenos de tan corta duración que muchas veces pasan desapercibidos
. Los últimos de los que hayamos tenido noticias son los que se produjeron hace unas semanas en la zona de Cataluña, sobre todo en Barcelona. En el Cantábrico suelen suceder galernas o mini galernas, pero son fenómenos distintos.

Se ha hablado de la falta de previsión de los Estados Unidos ante el ‘Katrina’. ¿Se podría haber hecho algo más?

Creo que se trabajó aceptablemente bien. Lo que pasa es que hay huracanes que dan la cara 7-8 días antes, como el ‘Wilma’, que se forma en una zona más lejana y da más tiempo a predecir su marcha. El problema surge cuando un huracán se forma muy cerca de la zona que va a sufrir sus consecuencias, como el ‘Katrina’. Éste se formó muy cerca de Florida y por mucho que se quisieran dar avisos rápidos, se sabía que el huracán llegaba en 36 horas. El Centro de Huracanes de Florida, que es el responsable para toda la zona atlántica, está haciendo muy buen trabajo, y más en una temporada tan complicada como la actual.

¿Cuenta España con las suficientes herramientas científicas como para hacer frente a fenómenos naturales violentos?

El Plan Nacional de Predicción y Vigilancia de fenómenos adversos lleva muchos años en el Instituto, que se renueva en coordinación con Protección Civil y las distintas autoridades. Dispone de un conjunto de sistemas para emitir avisos tanto a medio como a corto plazo, y en tiempo real del tipo de fenómenos adversos que afectan a la Península Ibérica: lluvias intensas, nevadas, vientos fuertes, temporales marítimos, etc. Para estos fenómenos que se producen de manera más normal contamos con la tecnología y los sistemas de aviso necesarios. Otra cosa es que aparezcan, por el cambio climático o por otro tipo de evolución, fenómenos a los que no estamos acostumbrados, como este ciclón de latitudes medias, del que también hicimos un buen seguimiento, puesto que 12-18 horas antes ya dijimos por dónde iba a entrar y qué tipo de vientos y precipitaciones iba a dar.

¿Hasta qué punto se puede prever la fuerza y dirección de estos fenómenos naturales?

Hay fenómenos, como los tornados individuales, que por sus dimensiones espaciales y temporales no se pueden predecir, sino que se habla de probabilidades de que se produzcan. No se puede predecir que a las siete y veinte de la tarde sobre un pueblo concreto va a aparecer un tornado de tal velocidad, pero se puede decir que sobre tal comarca esta tarde pueden producirse tormentas y que algunas de ellas podrían llevar aparejados tornados en ellas. Sin embargo, la posible trayectoria, e incluso, la intensidad de huracanes o grandes borrascas se puede prever con 3 ó 4 días,

La posible trayectoria e incluso la intensidad de huracanes o grandes borrascas se puede prever con 3 ó 4 días
aunque luego hay que ir haciendo correcciones.

¿La ciencia llegará a dar algún día predicciones exactas?

Si por exactas quiere decir que a las siete de la tarde en una localidad concreta van a caer 220 litros de agua, no. Ahora, ir afinando cada vez más en el espacio y en el tiempo, y decir que se pueden sobrepasar los 200 litros, o especificar que se pueden alcanzar entre 200 y 250 litros, sí. De hecho, estamos afinando cada vez más y estamos trabajando en predicciones de carácter mensual y estacional, aunque todavía tienen ciertas deficiencias, y creo que se va a ir a más. Los últimos 10 años han sido una revolución en la meteorología, sobre todo porque los nuevos modelos numéricos han afinado muchísimo las predicciones, pero llegar a una exactitud completa en un sistema caótico como la atmósfera es imposible.

Los embalses de España se encuentran en alerta, el Amazonas sufre una de las mayores sequías de los últimos años… ¿Es esto normal?

Sólo puedo hablar de España, no estudio otras zonas geográficas. En nuestro país tenemos sequías cíclicas y estamos quizá en un periodo de ese tipo. Lo más llamativo no es la sequía que vivimos, que empezó el año pasado y que todavía arrastramos, sino su intensidad, prácticamente desconocida. Es la sequía más fuerte en muchas zonas de España desde que hay registros meteorológicos, y si no es la más fuerte en algunas zonas, sí es de las primeras. Creo que esto es lo más llamativo, que en muy pocos años se nos están acumulando fenómenos extremos. Hace un par de años tuvimos la ola de calor más fuerte desde que tenemos registros, este invierno hemos tenido una de las olas de frío más fuertes y a esto se le suma una sequía extrema. Ahora tenemos un ciclón de latitudes medias bastante inédito, una temporada de huracanes que ya está igualando el record de la mayor temporada… Esta acumulación de fenómenos extremos en un espacio de tiempo breve nos debe hacer pensar.

¿Qué se podría hacer para solucionar el problema de la sequía?

No hay una solución a corto plazo. Demostrar que la sequía está unida al cambio climático es muy difícil. Hay que buscar una solución a largo plazo, tomando las medidas oportunas para que el cambio climático se frene o disminuya, pero es algo complejo, aunque todos podemos contribuir, y hay que tener muy buena información sobre la evolución y aceptar otros tipos de vida menos agresivos con la naturaleza y menos caros en recursos ambientales y en producción de desechos. Hay que aceptar que la Tierra y la atmósfera son dinámicas y que hay que adecuarse a ello. El problema no es que eso sea así, sino que ahora el cambio es más rápido y un cambio que antes duraba mil años ahora se puede dar en cien. Ese es el gran reto.

Frente al calentamiento global hay quienes afirman que en realidad nos acercamos a una era glacial. Parece que los científicos no se ponen de acuerdo.

Los últimos estudios avalados por la Organización Meteorológica Mundial confirman que el cambio climático se está produciendo en el sentido de que la temperatura media global del planeta se está incrementando y que en este cambio acelerado algo ha tenido que ver la acción antropogénica, el ser humano. Lo que no está evaluado todavía es qué tanto por ciento corresponde a la acción del hombre, y qué tanto por ciento corresponde a una propia evolución natural de la atmósfera, pero probablemente eso se sabrá próximamente, y es probable que la contribución humana sea bastante elevada. El que luego pudiera haber en ciertas zonas del planeta cambios de efecto contrario, como en Europa, porque se cambien las corrientes oceánicas, estaría dentro del marco general del cambio climático.

¿Y puede pasar que cuando se evalúe sea demasiado tarde?

Es probable, pero lo que no tiene sentido es seguir incrementando la cantidad de gases invernadero, aunque sólo sea por el bien de nuestros hijos o nietos.

¿Qué fiabilidad tienen los pronósticos del tiempo del INM?

Depende del plazo. Un pronóstico a 24 horas es casi fiable del todo, en un 80-90 por ciento. Cuando nos vamos a pronósticos a 7 días se baja a un 50-60 por ciento, pero siguen siendo bastante útiles, y con pronósticos experimentales, mensuales o estacionales, hay una cierta señal, pero todavía queda mucho por mejorar.

¿Se podría tener más fiabilidad utilizando otros sistemas que no se encuentran al alcance del INM?

El Instituto forma parte de diversos centros, como el Centro Europeo de Proyección a Plazo Medio, que está en Reading, Inglaterra. Es el primer centro a nivel mundial en predicción numérica, tanto desde la escala del corto plazo hasta la estacional. En el INM hemos sido pioneros en Europa en análisis de situaciones de precipitaciones intensas por satélite…

En el INM hemos sido pioneros en Europa en análisis de situaciones de precipitaciones intensas por satélite
Otra cosa es que ante actuaciones concretas haya una mejor o peor reacción por diversas causas, pero básicamente la tecnología y la formación es todo lo buena que puede ser en este momento en el campo de la Meteorología.

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