Feminismo ecológico

Las mujeres, especialmente en el Tercer Mundo, tienen un papel fundamental en la conservación del medio ambiente y en la lucha por el desarrollo sostenible
Por Alex Fernández Muerza 23 de octubre de 2006

El ecofeminismo aparece como movimiento en Europa en 1974. Su precursora, Françoise d’Eaubonne, crea este término para destacar las conexiones históricas, sociales e incluso biológicas entre la naturaleza y la mujer y presentar la explotación de ambas como consecuencia del dominio del hombre y del orden patriarcal. Por ello, según sus seguidoras, sería necesario recuperar los valores matriarcales e implantar la cultura femenina en la sociedad.

Las mujeres deben participar en las decisiones que afecten a la preservación del medio ambiente, aplicando la ciencia moderna basada en una legislación que asegure el desarrollo sostenible
No obstante, este ecofeminismo «radical» fue superado a principios de los 90 por otras líneas de pensamiento, más relacionadas con movimientos políticos. El «feminismo ecológico» considera que no son las cuestiones biológicas reproductivas las que conectan a las mujeres con la naturaleza. El «ecofeminismo liberal» no cree que hombres y mujeres, por ser biológicamente distintos, deban tener actitudes distintas respecto a la naturaleza. Estas «feministas ambientalistas» defienden la igualdad de oportunidades en el acceso al poder, para que las mujeres participen en las decisiones que afecten a la preservación del medio ambiente, aplicando la ciencia moderna basada en una legislación que asegure el desarrollo sostenible. Por su parte, el «ecofeminismo socialista» propone abandonar el capitalismo y conseguir una sociedad socialista que garantice la calidad de vida para todas las personas y la conservación de la naturaleza.

Algunas autoras se basan en las desigualdades internacionales para hablar de diferentes ecofeminismos. Por un lado, el ecofeminismo del Primer Mundo desarrollaría este movimiento en un terreno más bien ideológico. Por otro lado, el ecofeminismo del Tercer Mundo, más pragmático, parte de la dependencia del medio natural para la subsistencia de las mujeres rurales pobres y sus familias. La India ha sido fuente de dos grandes corrientes dentro de este último ecofeminismo, encabezadas por Vandana Shiva, defensora del ecofeminismo radical, y Bina Agarwal, adalid del feminismo ecológico, que propugna una forma mucho más «materna» de cuidar la vida, independientemente del género.

El calentamiento global, uno de los problemas medioambientales más graves de la actualidad, es explicado y tratado desde una perspectiva femenina por las responsables de «Género y Cambio Climático«. En esta web se plantea que este asunto no es un proceso neutral, porque las mujeres son mucho más vulnerables a sus efectos, al depender de los recursos naturales. Por ello, defienden, las soluciones no pueden venir desde una perspectiva neutral al género, como se está haciendo hoy día.

Los movimientos de mujeres en la defensa del entorno y de sus derechos son cada vez más importantes y diversos. Francisco Garrido, del partido Los Verdes de Andalucía, expone varios ejemplos según los factores que han llevado a impulsarlos:

  • El riesgo sobre la seguridad o salud: En el extrarradio de Sao Paulo, en Brasil, el grupo Conciencia presionó a las autoridades locales y a las industriales para que controlaran la contaminación atmosférica de 11 fábricas multinacionales de los alrededores
  • Conservación del entorno: En 1973, un grupo de mujeres analfabetas de una aldea del Himalaya evitó la tala de árboles abrazándose a ellos. Esta acción dio nombre a este movimiento, «Chipko», que fue seguido en muchos otros países
  • Distribución de un bien ambiental escaso: Las mujeres de la India rural han protagonizado diversas movilizaciones por la falta de acceso al agua, que las obliga a viajar durante horas con enormes cántaros, y por las malas condiciones de la misma, que provoca el aumento de la mortalidad
  • Recuperación de hábitos sostenibles tradicionales: El movimiento Navdanya en la India trata de luchar contra el papel subordinado que la mujer tiene en la agricultura
  • Consecución de avances en políticas ambientales: la Cooperativa Energía y Mujeres consiguió la construcción de una central eólica en Alemania, en 1994. Asimismo, la Agenda 21 de las Mujeres propone reconvertir los presupuestos militares en proyectos civiles y, especialmente, en programas ecológicos

Feminismo ecológico en España

En 2005 se presentaba en Madrid el libro “Mujeres y Ecología: Historia, Pensamiento, Sociedad”. La obra recopila los trabajos de un congreso internacional sobre este tema celebrado en 2001 en la Universidad Complutense y puede considerarse un manual básico. La Catedrática de Ética y Filosofía Política Alicia Puleo es una de sus principales responsables, y de que en España se reflexione sobre este punto de vista ecológico y feminista.

Además de Alicia Puleo, el movimiento feminista ecológico en España dispone de varios buenos ejemplos, como la ex responsable del Ministerio de Medio Ambiente, Cristina Narbona.

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